jueves, 7 de julio de 2011

EL PODER DEL SILENCIO

"Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras"
William Shakespeare

En una entrada anterior hablamos del inmenso poder de las palabras, de su capacidad de creación y transformación. Pero como en este Universo de luces y sombras no hay yin sin yang, nos iremos también a explorar el extremo opuesto. Hoy el viento nos llega como un leve murmullo y nos trae en forma de suave brisa el recuerdo de las palabras que nunca se oyeron, que se guardaron para mejor ocasión, o que prefirieron seguir la ruta de las luminosas sendas interiores. Hoy hablamos del silencio.


“Creer, osar, callar”, dice un antiguo libro de magia, y el sabio Confucio que “el silencio es el único amigo que jamás traiciona”. Sin duda el saberse guardar las palabras, el callarse, o el escuchar antes de hablar, y el pensar lo que se dice han sido siempre asumidos como una regla de oro por aquellas personas que aspiraban a la elevación de su conocimiento sobre las cosas. El silencio siempre fue considerado como una gran virtud, pero de las más difíciles de practicar. Cuando las palabras exceden de lo necesario para transmitir el mensaje, cuando se parlotea en demasía, cuando se dan rodeos para acabar por no decir nada, y cuando se habla y habla sin parar, lo único que se consigue es hacer ruido. Hoy en día vivimos en la falsa adoración del ruido, y se desprecia el silencio. No es algo nuevo, desde luego, pero se está convirtiendo en algo muy frecuente. 


Pero, ¿por qué hay algunos que se empeñan en generar continuamente más y más ruido como una ponzoña que contamina cualquier espacio público y privado?. La respuesta ya la tenían los antiguos: porque en el silencio la gente piensa, reflexiona… y eso… eso es muy peligroso. Porque si las palabras son poderosas, más aún lo es el silencio.



Y como toda entidad poderosa, el silencio también ha sido, en diferentes formas, objeto de culto y veneración. Desde los tiempos remotos, los místicos de todas las religiones han decidido huir del mundanal ruido y refugiarse en montañas, bosques y desiertos, y allí, privados de toda distracción, contactar con la ardiente energía que sólo se manifiesta en ausencia de la bulla.


Los antiguos romanos, siempre tan prácticos, veneraban a Tácita, la “Dea Muta” (Diosa Muda), alter ego de la diosa griega Lara, diosa del silencio, y a ella dedicó el rey Numa Pompilio un templo, convencido de que en el buen gobierno de una nación esta diosa era tan necesaria como la de la elocuencia. Cuenta la leyenda que Tácita era una náyade, una ninfa del río Tíber, con fama de chismosa, y que, al enterarse de los devaneos del dios Júpiter con Yuturna, diosa de los partos y de las fuentes, fue a contárselo a Juno, la esposa de Júpiter. Pero éste, al enterarse de la indiscreción de Tácita, le arrancó la lengua, y ordenó a Mercurio, el dios mensajero, que la encerrase en el Infierno. Sin embargo, por el camino hacia las profundidades, Tácita y Mercurio se enamoraron, y ella, andando el tiempo, lo haría padre de dos gemelos, conocidos como los Lares, protectores de las ciudades y de los cruces de caminos.


Por otra parte, el valor del silencio, asociado a la prudencia y el respeto, siempre ha tenido una importancia clave en todos los rituales de iniciación dentro de ciertas comunidades religiosas. En las antiguas escuelas mistéricas griegas, los recién llegados debían pasar por la prueba del silencio. Durante meses o años, los discípulos sólo podían escuchar lo que decían los maestros sin pronunciar palabra, y, cuando esta les era concedida, debía ser usada con extrema discreción. Ni que decir tiene que esta durísima prueba inicial sólo alcanzaban a superarla unos pocos.


En los monasterios budistas orientales, los neófitos también eran sometidos a pruebas en las que se valoraba mucho su capacidad para guardar silencio, al igual que los novicios en los monasterios cristianos occidentales. Con respecto a esto último, y contradiciendo una creencia popular muy extendida, hay que aclarar que ninguna orden monástica cristiana contempla en sus estatutos la obligatoriedad del voto de silencio, ni siquiera las de los cartujos o los trapenses. Lo que sí existe en algunas es la restricción de la comunicación hablada a determinados momentos y espacios.


Pero la práctica del silencio no sólo ha estado restringida a la actividad de los místicos, porque también se hace frecuente uso de él en el ceremonial religioso que implica la participación de todos los fieles. Y, partiendo de este antecedente, desde principios del siglo XX, se empezó a generalizar la costumbre en determinados eventos colectivos, y no necesariamente de carácter religioso, de guardar unos minutos de silencio como señal de respeto ante determinados acontecimientos. La idea parece ser que surgió de Edward Honey, un periodista y soldado australiano que sirvió en el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial, y cuajó durante la conmemoración del primer aniversario del fin de la guerra (1919), en la que se guardaron dos minutos de silencio en señal de homenaje a los fallecidos y damnificados por el terrible conflicto. Desde entonces, la costumbre se ha generalizado a otros ámbitos.


Y no nos olvidemos tampoco del silencio como medio necesario, aunque no imprescindible, para la realización de determinadas actividades que requieren una especial concentración mental.


Ante todo esto cabe preguntarnos sobre cuál es la razón por la que el silencio, bien como actividad frecuente o como ejercicio ocasional, sea considerado como una herramienta tan valiosa. ¿Dónde reside el poder del silencio? Para responder a esto tenemos que tener en cuenta que cuando la mente se sustrae de la percepción de estímulos externos, toda su capacidad de concentración se enfoca hacia el procesamiento de los estímulos internos. Estos estímulos, estas sensaciones internas, que a menudo quedan desapercibidas, pasan a ocupar el primer plano en nuestro pensamiento, y somos capaces de percibir mensajes y señales que habitualmente no vislumbramos


La meditación silenciosa no es en absoluto una actividad pasiva, como en principio se pudiera creer, sino al contrario, pues el cerebro pone en funcionamiento regiones que habitualmente se encuentran “dormidas”, y emplea para ello mucha energía. Por tanto, el silencio es una llave que abre la puerta que separa la consciencia cotidiana de la Gran Consciencia, y nos permite saber y conocer todo lo que nos propongamos. Ahí reside justamente su gran poder, y no perdamos, por tanto, esa llave. A propósito de esto, el poeta argentino Francisco Luis Bernárdez nos dejó estos hermosos versos:

"No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.
No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.
Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,
sentirás el latido enamorado
con que tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo."


Y un viejo proverbio sufí también nos recuerda:

"No hables si lo que vas a decir no es más bello que el silencio"

Y les dejo con fragmento de vídeo musical que corresponde a una actuación de Paul Simon y Art Garfunkel, en la que interpretan la maravillosa canción “The Sound Of Silence”, estrenada en 1963. Y con ella, a modo de despedida temporal, les anuncio que este autor dará un pequeño descanso a la edición de este blog. Han sido seis meses de intenso pero gratificante trabajo; pero creo que ya he hablado bastante (jajaja), y también creo que ha llegado la hora de tomarme un respiro, y librarme de paso de observar las estadísticas, que sólo alimentan al insaciable ego (jajaja). Y me voy por un tiempo a hacerle compañía a mi siempre dulce, mi siempre bello, mi amigo, mi amado silencio.






¡Muchísimas gracias a todas y a todos!. Saludos, y hasta pronto.

33 comentarios:

  1. "Yo no quiero que te vayas
    aprecio este viento que siempre te muestra,
    adoro estas palabras que por muy mudas
    acompañan..."

    Me ha encantado y será como tu digas, hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. Yo debo de ser el HEREJE de todo lo que nos has contado (¡no callo ni debajo del agua!) y cuando rezo es peor, porque aunque esté en silencio exterior, o lo intente, mi mente sigue, cual cotorra con sus cosas... como decía Santa TERESA DE JESÚS de ÁVILA "la loca de la casa, la mente, la gran enemiga de la oración" a ésta... ¿quién me la calla?

    ResponderEliminar
  3. "Todo lo que surge...cesa".

    Vuela en tu viento, sientete cometa y,... cuando quieras, vuelve a entregarnos mas archivos de ese viento sereno y amigo que ha estado orientando nuestras veletas durante estos meses, dirigiendo nuestros pasos con alegria hacia este punto de encuentro.
    Gracias por tu cordialidad, tu amabilidad, generosidad, simpatia, solidaridad y alegria.
    Y, por supuesto, espero que sigamos encontrandonos.

    Rober, compañero: muchisimas gracias por todo.
    Petonarros!! :)

    Namasté.

    ResponderEliminar
  4. El silencio siempre ha sido un bien preciado por mi. Cuando viajo solo la mayor parte del tiempo el silencio me acompaña. Son los demás lo que hablan y hacen ruido. Yo los observo sin decir una palabra y me pido otra cerveza para refrescar lo que no digo.

    Escucho y razono en silencio hasta que la idea brota de mi cabeza y entonces sale toda junta, a borbotones. Disfruto de mis silencios y de mis conversaciones.

    Lamento oir que te vas a dejar el blog. Espero que sea sólo una decisión temporal y vacacional y que dentro de un tiempo te tendremos aqui de nuevo, con tus artículos interesantes y tus respuestas razonadas y atinadas.

    Un beso (para que no me olvides)

    ResponderEliminar
  5. Antes que nada decir que me da bastante pena que dejes el blog porque deja entrever que eres una persona culta e interesante pero espero que sea por poco tiempo o que al menos estemos en contacto (es fácil donde encontrarme si sabes mirar). Por lo demás soy bastante hablador pero a la vez parco en palabras porque no me gusta dar rodeos innecesarios, así que aparte del silencio también que las palabras estén bien escogidas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Diego: De momento sigo por aquí, cielo, jajaja. Lo que pasa es que creo que las cosas deben tener su límite, y creo que en este momento el blog necesita un descanso, bueno, en realidad yo, jajaja. También ocurre que ahora por este lado del mundo estamos en verano, y ya sabes lo que es eso, y con el calor dan pocas ganas de estar sentado inventando palabras y creando imágenes (jajaja). Esta misma entrada lleva 4 fotomontajes, y eso son varias horas de trabajo, y creo que merezco un descanso (jajaja). Prefiero dedicarme a la meditación y a la reflexión, y hacer caso a ese sabio proverbio árabe (jajaja). Además, en el silencio se descubren y aprenden cosas que entre el ruido es imposible percibir, y lo echo de menos. No tengo fijada la fecha de vuelta, pero supongo que será cuando crea que lo que vaya a decir sea más bello que mi amado silencio.

    O.G.G.: Jajaja, mi abuela, cuando yo era pequeño y me veía que no paraba quieto, me decía: "¡Mira que tú sos un hereje!", jajaja. Realmente eso del silencio es un ejercicio muy pero que muy difícil. Y ello explica que los anacoretas siempre se hayan refugiado en altas montañas y en medio de desiertos, huyendo de toda distracción, para que la mente esté bien limpia de toda "contaminación". Así que hoy en día, en medio de tanto ruido y distracción, la raro es no ser un hereje. Pero vale la pena probarlo, y la mente y el cuerpo lo agradecen.

    Cosimo: Yo tenía claro desde que empecé con el blog, que iba a llegar un punto en el que tendría que apretar el botón de "Stand By", porque todo lo que implique un esfuerzo y, a la vez, nos produzca una cierta satisfacción, creo que debe ser administrado en su justa dosis. Ya sabes, el placer estimula el deseo, y el deseo es una prisión para el alma, y hay que ponerle límites (jajaja). Como ya comentaba a Diego, también es una cuestión de puro agotamiento. Y, además, creo que es muy sano dar un alto en el camino para reflexionar sobre lo andado, y explorar nuevas ideas. Y para todo eso necesito volver con mi amigo el silencio. Pero, amenazo con volver, jajaja. Gracias por tus amables palabras.

    Parmenio: Yo también aprecio mucho el silencio y, la verdad, es que a mí personalmente no me cuesta nada estar callado, sobre todo desde que una vez de niño me dijeron que calladito estaba más guapo. Pues ya ves, aquí estoy yo hecho un bombón (jajaja). No sé exactamente en qué "onda" estás en cuanto a religiosidad, pero yo te noto también muy cerca del pensamiento oriental, que valora mucho la tecnología interior. Cuando el silencio es voluntario y cuando se observa y se medita profundamente realmente se pueden llegar a conseguir prodigios con el pensamiento. Y esto la gente tiene que saberlo. Y no voy a dejar el blog, cielo, que sólo son una vacaciones, que si Dios hizo el mundo en seis días y descansó el séptimo, yo, que no soy Dios, ¿no merezco también descansar el séptimo mes, después de seis de trabajo? (jajaja). También debo reflexionar sobre qué sigo haciendo o si cambio la temática. Ya digo, para eso necesito un período de reflexión. Por cierto, tus nuevos comentarios te los iré contestando cuando pueda, que no todo va a ser meditar todo el día (jajaja).

    Christian: Bueno, quiero dejar claro que esto es sólo un paréntesis, y, en mi caso personal, necesario para tomarme un respiro. Cuando empecé el blog, de la mano de Thiago, ya le dije que yo no pensaba vivir en mi blog, que iba a ser sólo un pasatiempo. Pero los pasatiempos también cansan, y hay que guardarlos por una temporada. Yo soy hablador dependiendo del entorno, y a veces se me calienta el pico y no paro (jajaja), pero también suelo ser de pocas palabras, las suficientes para dialogar pero sin parecer pesado (jajaja), es decir, que somos hombres, tío, ni más ni menos (jajaja).

    Gracias, saludos y besos para todos.

    ResponderEliminar
  7. Creo en el poder de la reflexión y no hay reflexión sin silencio... He disfrutado ese nuevo post magistral como siempre. Muchas gracias.

    Te voy a echar mucho de menos por eso post magistrales con que nos has iluminado todo este tiempo. Disfruta tu merecido descanso.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Shiales....no pos no... Robert esta vez sin me sentí perreado (aludido) y es que soy un parlanchín... me llevo la reflexión.
    Alvaro

    ResponderEliminar
  9. Peace-for-ever: Es cierto eso que dices, cuando la mente está ocupada procesando información exterior es incapaz de rendir adecuadamente en la búsqueda de respuestas y en la solución a determinados problemas. Y qué lujo es hoy en día el silencio, salvo que uno se ponga tapones en los oídos, claro, o nos marchemos lejos, jajaja. Actualmente también estamos como presionados para tomar decisiones rápidas sin tiempo para pensarlas, y eso es como una forma más de esclavitud. Por eso creo que, a veces, hay que saber parar, y darse uno el lujo de pensar y encontrar las respuestas en medio del silencio,... y liberar nuestra mente de toda esta tiranía.

    Álvaro: Jajaja, no te sientas aludido, cielito lindo, que no pretendía personalizar. Cuando hablo del exceso de palabras me refiero a que estamos continuamente expuestos a los mensajes que nos llegan de la radio, la televisión, los periódicos, la internet... que nos hablan de la política, la economía, el precio del petróleo, que si va a llover, que si mañana se estrena tal película, compre esto, vótame a mí, pase por aquí, beba de aquello... Ese es el continuo parloteo al que estamos sometidos y al final no es más que ruido. Eso no quita que en lo personal, el pensar lo que se dice sea una gran virtud, pero qué difícil de practicar, y lo digo por experiencia propia, jajaja.

    Gracias, besos y abrazos para los dos.

    ResponderEliminar
  10. Rober y ya le puse fotos al post del TOPTEN de Varacruz.

    Alvaro

    ResponderEliminar
  11. Álvaro: Gracias, cielo, ya lo vi. Besos.

    ResponderEliminar
  12. mi niño como es eso que nos dejas?, espero y deseo que sea un hasta pronto y no un adios, descansa que bien merecido lo tienes pero nos gustaría a tod@s tus amig@s y admirador€s que nos siguieras deleitando con tus bellas y sublimes letras, un besin muy grande de esta amiga asturiana admiradora.

    ResponderEliminar
  13. Ohh, me alegra que solo sea un descanso, que llega el verano y apetece ir descalzo.... aunque es bien triste eso de los pies negros, jesúúúus :P

    Hummmm, sabe Jude Law que yo no soy de esta gente ruidosa; de esa que celebra "victorias" ajenas, a grito pelado, descamisados por las calles... yo ni con las propias; no sé, son formas de ser, supongo...

    Me da que en mi familia somos mas de decir te quiero, diciendo quédate a cenar, o formas indirectas :P; todo lo cual conduce al silencio; claro que el silencio también puede ser de una hostildad terrible; pero bueno, ya no lo veo así...

    Mientras te leía no he podido evitar pensar que debes haber leído montonazo, ¿no?

    Besos

    ResponderEliminar
  14. Ozna: Son sólo unas vacaciones, cielo, que estoy algo cansado. Y también quiero desconectar un tiempo de todo esto para limpiar un poco la mente del estrés y renovar las ideas, que creo que conviene de vez en cuando (jajaja). Como ya le dije a Diego, no tengo fijada la fecha de vuelta, y como mínimo podría ser en un mes. Aunque esto del silencio envicia un poco, también cansa y en algún momento dan ganas de abrir el pico de nuevo (jeje). Así que hasta entonces, guapetona.

    Antwaters: Jajaja, sí es verdad eso de que las plantas de los pies sucias como que no, que no, que no...(jajaja). Esto de ser silencioso o dicharachero también es verdad que va por familias, y, dependiendo de la educación que has recibido, así te expresas. Y en nuestra tierra somos además muy vueltos hacia dentro, muy introspectivos, y tenemos mucha costumbre de expresarnos de forma simbólica, metafórica, casi sibilina (jajaja), y con las palabras justas. También es verdad eso que dices que el silencio puede ser como una espada afilada y resultar muy agresivo, y hay que manejarla con cuidado, al tiempo que saberse proteger de ella. En cuanto a si he leído un montón, eso depende con qué lo compares, porque si miramos todo lo que hay escrito, en nuestra vida sólo alcanzaremos a leer una ínfima porción, casi nada. Lo que sí soy es selectivo, y cuando hay un tema que me interesa busco todo lo que pueda sobre él. También he leído libros que no me han servido para nada, que de todo hay (jajaja). Y, por cierto, ¿qué pinta Jude Law en todo esto?, ¿es también budista?, jajaja.

    Besos para los dos.

    ResponderEliminar
  15. Que bonita reflexión, es muy cierto lo que dices, silencio-tan necesario como esencial-pero el silencio también puede ser un arma de doble filo. Silencio para acallar lo injusto, y el dolor y también puede ser utilizado como herramienta perfecta en el momento justo, silencio para demostrar respeto y comprensión.

    Si toda la humanidad se detuviera para hacer silencio sólo por unos minutos, y acallaran todo el ruido que provocan, pienso que no lo resistirían, nadie lo resiste porque no lo soportan o nadie cree tener la capacidad para poder escuchar su "voz interior". Es algo a lo que muchos temen y por esa razón la tapan, con mucho ruido y bullicio.

    Pero si hubiera más silencio para saber escuchar nuestros propios pensamientos y nuestra propia voz interior, todo sería mucho más diferente. El grado de comprensión de las cosas sería otro.

    Muy reflexivo, me gusto mucho, estás son las cosas que lo ponen a uno a pensar y hacer introspectiva hacia uno mismo.

    Genial el blog y que disfrutes tu descanso.

    Abrazosss.

    ResponderEliminar
  16. Solitario: De eso se trata, de ver que el silencio es algo muy poderoso, y de ahí el título de la entrada. El silencio como arma ofensiva es también muy peligroso, y si llegas a un sitio, por ejemplo, en el que nadie te dirige la palabra, te sientes agredido, violentado... Hay un refrán que dice: no hay peor desprecio que no hacer aprecio, y es verdad, cuando intentas comunicarte y no recibes respuesta es un auténtico insulto. Y la cosa es tal como tú la dices, que el bullicio al que se nos somete es una forma de esclavizarnos, evitando que pensemos, y, sobre todo, que no nos demos cuenta de ello. Pero no nos olvidemos de que, en cualquier momento, podemos romper, si queremos, esas cadenas, guardar silencio y ser otra vez libres. Yo al menos procuro hacerlo (jajaja). Gracias por tu visita, y por tus palabras, y bienvenido seas. Besos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Coincido bastantate con el culto al silencio que menciona de alguna manera, es decir, hoy en dia muchos pecamos de no poder estar sin escuchar nada, o hablando con cierta constancia (Eso último no es mi caso) Pero evidentemente llega un momento en el que te hartas y todo cuanto buscas es la sordeda provocada :), Me gusta tu blog:) Seguimos:)

    ResponderEliminar
  18. Por cierto, la frase de Sheaspeark Maravillosa :)

    ResponderEliminar
  19. Bactéria: Hola, cielo, benvingut al meu blog. Realmente venimos de una cultura del silencio de muchos siglos, lo que pasa es que con los avances tecnológicos y los medios de comunicación ya es muy difícil encontrar un momento para el silencio. Y es algo que ni siquiera es saludable ni para la mente ni para el cuerpo. Obviamente, me refiero al silencio voluntario, no impuesto, y como vía hacia el conocimiento interior, que, por otra parte, no es cosa fácil, como se explica en los vídeos que puse sobre el Zen. En cuanto a la frase de Shakespeare, es cierto que es maravillosa, y cuántas lecciones nos vienen del pasado, a nosotros, que parece que lo hemos inventado todo (jajaja). Moltes gràcies per les teves paraules (sí, ja sé que no es diu així exactament en mallorquí..., jajaja), i petons.

    ResponderEliminar
  20. ¿vas a dejar el blog, pero regresas no?, porque los post son re interesantes y educativos. se aprende mucho cosas nuevas hay q uno descubre por aqui
    saludos

    ResponderEliminar
  21. Damian: Sí, son sólo unas vacaciones, cielo. Quiero dedicar tiempo a otras cosas y no voy a dejar de postear durante unas semanas. Creo que guardar silencio y reflexionar son como una buena medicina, de vez en cuando, y creo que es bueno alejarse un poquito de esto para renovar las ideas y volver con nuevas energías (jajaja). Gracias por tus palabras. Saludos y besos.

    ResponderEliminar
  22. Despues de leerte, solo puedo decirte, que "grandioso, hermoso y necesario, es el silencio".
    Besos
    Nela

    ResponderEliminar
  23. Nela: Pues sí que es verdad todo eso que dices, cielo. El silencio, sobre todo, nos ayuda a limpiarnos del estrés y de todas las malas energías que vamos acumulando, y no está mal parar un tiempo y dedicarlo sólo al silencio, a pensar, a respirar... Como ya he dicho, vivimos en una época en la que el ruido lo ocupa todo, y parece que el silencio es realmente una cosa rara. Pero aquí estamos nosotros para rebelarnos y devolverle al silencio el sitio que nunca debió perder (jeje). Me alegro de tu vuelta. Besos, guapetona.

    ResponderEliminar
  24. Rober,
    Yo voy a decir la mia...para variar.
    El silencio habla muchas veces y puede hacer mucho más daño que la palabra.
    Muchas veces el silencio es un grito estridente...puede ser incluso violento.
    Yo siempre estoy pensando y reconozco que leerte me produce paz interior.
    Sabes elevar el espíritu y tu silencio puede producir congoja.
    Espero y deseo que ese silencio temporal sea precisamente eso y que vuelvas con energias renovadas.
    Una forta abraçada.

    ResponderEliminar
  25. Gerard: Tienes toda la razón, no quise profundizar mucho, pero es cierto que el poder del silencio se manifiesta de muchas formas, y como arma puede ser realmente poderoso. A veces, incluso, guardar silencio es más insultante que cualquier palabra de grueso calibre que pronunciemos. Y es bueno saber eso, porque, de vez en cuando, también tenemos que defendernos, jajaja. Uy, gracias por todo eso que dices, cielo, que conste que yo no pretendo convertir al budismo a todo el mundo (jajaja), sólo ofrecer un estímulo para la reflexión, y transmitir buena energía. Pero para ello tengo que recargarme las pilas, jajaja. Petons i una forta abraçada per a tu tambè.

    ResponderEliminar
  26. jaj cuanto tiempo sin pasar por aqui, y ya tienes 25 comentarios y no está el mío. Claro que como dices en tu post a lo mejor calladito estoy mas guapo, jaja

    No sé, el silencio tiene su puntito,de hecho a mi me han gustado tios hasta que han empezado a hablar, jaaj. Pero siempre te queda la duda de saber si el que calla es pq es muy prudente o pq no tiene nada que decir, jaaj

    Mi padre siempre nos amenaza con que se va a meter "cartujo", que pesado... jaj dice que alli no tienen que hablar. Pues hala... jaja

    Cari, la canción de S&G genial, claro, eso sí, jaaj.

    Bezos

    ResponderEliminar
  27. Thiago: Sí, ya echaba en falta tus comentarios, y qué alegría que pases por aquí, jeje. Pues ese es un punto que no había tocado, que muchas veces el silencio también engaña, y no sabemos la sorpresa que se puede esconder detrás de una bonita fachada, jajaja. Pero siempre es mejor estar calladito y parecer tonto, que hablar y despejar toda duda (jajaja). Pero ya ves que los cartujos realmente no tienen voto de silencio, aunque siempre es bueno estar en un sitio donde no tengas que aguantar palabras innecesarias. En cuanto a la canción, tienes toda la razón, es una maravilla, ¿pero de verdad que le has dado al play al vídeo?, espero que sí... Besos, y bienvenido de nuevo.

    ResponderEliminar
  28. jajajaja, me acabas de joder el comentario, pensaba decirte que había un proverbio pero yo ni siquiera recordaba de dónde, y ahora que ya sé que era sufí (dónde demonios queda sufilandia?) me he quedado sin nada que decirte, porque no tengo nada más hermoso que decir que lo que ya has dicho tú, jajajaja.

    Y ya me jode, eh, porque para un día que voy revisando los blogs que parasito con tiempo y todo!!!

    Besitos, Rober!

    ResponderEliminar
  29. Z: Jajaja, pues para decirte la verdad, llevo tantos días de vacaciones blogueras que hasta he perdido práctica en eso de contestar comentarios, así que no sé ni qué contestarte ;-), y mira tú con lo que me encanta que me toques las pe...as, jajaja. Bueno, la cosa va de reflexionar sobre el silencio, y de lo enriquecedor que resulta guardar silencio, abstraerse de toda distracción y purificar la mente. Y cuidar más lo que uno dice, claro, que cuando se habla demasiado se mete mucho la pata, jeje. Pues, sí, si tu silencio es hermoso, bienvenido sea. Besos para tí también (silenciosos).

    ResponderEliminar
  30. Ya es pronto ¿Cuando vuelves?

    Ah, silencioso :D

    Un beso, Rober

    ResponderEliminar
  31. Alma: ¿Volver?, con lo "agustito" que estoy sin abrir el pico, jajaja. Ya veo que tú sí has vuelto. Bueno, esto es una parada necesaria, y con cierto sentido terapéutico. Pero creo que desde mediados de agosto empezará de nuevo a fluir el viento, pero sin empujar, ¿eh?, jajaja. Aunque si casi todo el mundo está de vacaciones por estos días, quizás mejor esperar a septiembre. Es algo que está en proceso de reflexión... Besos, cielo.

    ResponderEliminar
  32. Coño, cari, publicaste este post y ¡callaste! jaja. El que no se calla es Stultifer, no? Qué son todos esos enlaces?

    Y entonces para cuando es la boda con jeremy? ahí tendrás que hablar cari, para decir "si, quiero" jajaj


    bezos.

    ResponderEliminar
  33. Thiago: Jajaja, cari, pero qué simpático estás, le sacas punta a todo, jajaja. Entre Jeremy y yo sólo hay amistad blogueril, y 3000 kilómetros, jajaja, aparte de la barrera idiomática. Aunque, por si acaso ya voy aprendiendo a decir: "Ja, ich", jajaja. (Quien lea esto, que sepa que todo esto de coña, ¿eh?, que Thiaguiño es muy bromista, ... un encanto, jajaja). Besos.

    ResponderEliminar

Usted dirá...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...