miércoles, 7 de septiembre de 2011

LUCES EN LA SOMBRA



De niño nunca me atreví a internarme solo por aquel bosque. La espesura de los árboles y la penumbra que reinaba bajo sus copas, aún en pleno día, me imponían respeto, por no decir miedo. El año pasado volví por allí, entrado el otoño, en busca de unas plantas medicinales que yo sé que abundan por aquel paraje, e ignorando que desde aquel día iba a cambiar para siempre mi forma de percibir el mundo. Mis miedos infantiles quedaron muy atrás, pero no voy a negar que me sentía inquieto cuando deambulaba entre la maleza. Era la hora del atardecer, y ya se sabe que los primeros días del horario de otoño andamos todos despistados con el tiempo. Bueno, quizás yo más de la cuenta… El hecho es que al intentar regresar noté cómo la oscuridad comenzaba a apoderarse rápidamente del lugar. Entonces me empecé a poner realmente nervioso, aunque me tranquilicé un poco al dar con una vereda. Sinceramente, ya no tenía ni idea de dónde estaba, pero seguí su trazado, ya casi a oscuras.


No sé cuánto tiempo estuve deambulando sin saber exactamente a dónde me dirigía. Pero decidí no pararme, y no mirar a los lados, porque estaba seguro que entonces despertarían mis terrores infantiles. Sólo me detuve, ya sudoroso y jadeante, al llegar a un cruce de caminos. A pocos metros en cualquier dirección no se veía absolutamente nada. ¿Qué hacer?.



Pero, por fortuna, por capricho del destino, o por qué sé yo, pronto divisé una luz que se iba acercando poco a poco por el otro camino que llegaba al cruce. Entonces pude ver perfectamente a un hombre de edad avanzada, que hacía bastante ruido al caminar, ya que arrastraba un pie, y que portaba una linterna. Me sonreí y le sonreí, porque yo sabía quién era, aunque hacía muchos años que no lo veía.

—Buenas noches, caballero. Parece que anda perdido, ¿eh?, jeje— Me dijo en tono cordial.

—Igualmente, señor. Verá…, la verdad es que la repentina oscuridad me ha desorientado un poco y… bueno...

—Bueno, sí… suele pasar, jeje. No se preocupe, aquí cerca vivo yo. Si quiere, pase a descansar y después le ensañaré el camino de salida.



Se lo agradecí de todo corazón. Al poco tiempo llegamos a su pequeña casa. Entramos y lo que más me sorprendió al observarla por dentro fue que tenía una especie de salón lleno de libros por todas partes, en estanterías, y, además muy bien ordenados. Me quedé mirándolos y le dije:

—Debe tener usted aquí de todo.

—No creas, que yo soy selectivo, con los libros y con la gente, jeje. Pero siéntate…—Me contestó— Ahora que te miro bien… ¡Yo a ti te conozco!, ¿verdad?.

—De niño me vería usted deambular por aquí con mi abuelo. Pero a mí realmente me aterrorizaba este sitio.

—Claaaaaro… Es lo que suele pasar. El bosque da miedo porque no se conoce. Pero, una vez que descubres su alma, ya no puedes vivir lejos de él. Eso es lo que me pasó a mí…, y aquí sigo.

—¿Su alma?..., no entiendo de qué me está hablando. Me pierdo en sus expresiones…

—Claaaaaro. Y veo que también estás perdido por dentro, jajaja. Bueno, será mejor que te lo explique sobre el terreno. Descálzate y acompáñame fuera, que quiero conozcas el alma del bosque.




En otras circunstancias hubiera pensado que lo que estaba haciendo era una locura, pero aquel hombre me inspiraba tanta confianza que le seguí la corriente. Aunque, eso sí, bastante incrédulo de mi parte. Pronto abandonamos la vereda y nos internamos entre los árboles, y seguimos muy adentro, y por sitios que sólo él conocería. A pesar de que el anciano también iba descalzo, y de su cojera, ciertamente se movía con más ligereza que yo, y me costaba seguirle el paso. Entonces se detuvo.

—Bueno, yo me quedo aquí. Ahora voy a apagar la linterna y tendrás que seguir tú solo.

—¿Cómo?... No entiendo nada. ¿Me va a dejar aquí a oscuras?. ¿Qué broma es esta?...—Exclamé asustado.

—Jeje… Verás, te explico. Intenta caminar unos pasos hacia delante. Guíate del olfato y del tacto. Acaricia con tus dedos las ramas de los árboles y siente en tus pies el contacto con la tierra. Respira hondo y siente el aroma de este reino de paz. Pero, sobre todo, no tengas miedo, no pienses en nada, pon la mente en blanco. Ten fe,… ¡y siente!.



Y me quedé completamente a oscuras. Intenté dar lentamente algunos pasos hacia delante, guiándome tan sólo del oído y del tacto. Mi terror se fue disipando a medida que fui poniendo la mente en blanco y centrándome sólo en las sensaciones. Pasado un rato, intuitivamente me detuve. Lejos de sentir miedo, comencé a percibir en mi interior una tranquilidad que se fue transformando poco a poco en una inmensa alegría. Entonces ocurrió. De entre la hojarasca pude percibir cómo comenzaban a definirse unos pequeños puntos de luz que, poco a poco, fueron transformándose en esferas.




Al poco tiempo noté cómo esas esferas se iban acercando a mi y me rodeaban trazando en el aire una delicada danza, y en medio de una extraña e indescriptible melodía. Miré después a mi alrededor y me di cuenta que realmente todo el bosque parecía resplandecer por todos los rincones, y puede percibir cada detalle como si estuviera en pleno día. Me quedaría corto sin pretendiera poner adjetivos a la felicidad que sentí en ese instante, que sólo quedó interrumpido por la voz del anciano que, al acercarse sigilosamente a mí, me dijo:

—Te presento al alma de bosque.

—Encantado… —Contesté sin dejar de sonreír mientras contemplaba aquella insólita escena.

—Bueno, ¿ahora comprendes por qué me he quedado a vivir aquí?, jeje. Pero es hora de que regresar al mundo, caballero. Nos queda un largo camino hasta la salida.

Y volvimos a su casa, donde me volví a poner los zapatos, y luego me acompañó hasta el límite del bosque. Antes de despedirnos me dijo:


—Vuelve cuando quieras. Te estaré esperando.


-ooOoo-

Regresé hace dos semanas, aún de mañana, y me fue muy fácil llegar, a través de las veredas, de nuevo a la casa del anciano. Pero la encontré cerrada. Di unas cuantas vueltas alrededor y no vi a nadie. “Habrá salido” —Pensé— “Otro día vuelvo”. Pero, en aquel instante escuché el ruido de un vehículo de los guardas forestales que se acercaba, y les hice señas para que pararan.

—¿Hay algún problema?— Me preguntó secamente uno de ellos desde la ventanilla.

—Bueno, agente…. ¿Sabe por dónde puede andar en este momento el señor que vive aquí?

—Aaahhh, sí, sí. ¿El Cojo Loco?, jajaja. Bueno…, esa casa lleva mucho tiempo abandonada. Y él no sé ni cuántos años hace que está muerto— Contestó mientras volvía a arrancar.

Me quedé pensativo mientras se alejaba. Y me dije para mí.

—¿Muerto?. Ya…, claro… Depende de cómo lo interpretemos… Creo que debo volver esta noche.



-ooOoo-

Este cuento es pura ficción. Pero está basado en el testimonio real de una persona que vivió este fenómeno. Ustedes juzguen. Y les dejo con un vídeo-clip de la bellísima canción "Bendita tu luz", del grupo mexicano Maná en colaboración con el dominicano Juan Luis Guerra, todo un encuentro de lujo, y que habla precisamente de encuentros afortunados. Se la dedico a todos mis seguidores y comentaristas, pero hoy especialmente a mis dos Armandos, Cosimo y Diego, dos luces que he encontrado en medio de este bosque. Les deseo a todos que la disfruten.




Saludos.

15 comentarios:

  1. Por orden de ideas.

    +Gracias por tus visitas y atenciones rober.

    +Detesto esa canción, de verdad MANA me parece insufrible (aquí todas sus canciones las hyperqueman es decir las tocan y tocan y tocan y tocan)

    + Me gusto mucho el cuento aunque me perdí por momentos, en muchas regiones de México, pero es especial en Oaxaca existe la costumbre de abrazar un árbol y sentarte lo mismo a llorar que reir con él, es un mundo fascinante ojala puedas hablar de ello, hay una peli "demasiado amor" que es preciosa y habla de ello.

    Besines.

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  2. Mi rober querido, gracias por la dedicatoria y por el mensaje sonoro...

    Que puedo decir de un relato tan fantástico, muy bien narrado por lo demás, podría decir que yo conozco el alma del desierto, la he sentido tantas veces.

    Besos y gracias por volver.

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  3. Muy bonita historia, me ha recordado algo, te lo diré en el e-mail, insisto, muy bonita historia, yo, de ser el protagonista de tu historia, hab´ria hecho lo posible por comprar la destartalada cabaña... me encanta la naturaleza, aunque no disfruto tanto de ella como debiera....

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  4. Que post más bonito!! Si es que es pura magia lo que sale de tus dedos y tu cerebro.

    Un besazo, me alegro de que estés de vuelta.

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  5. Álvaro: Jajaja, ¿no te gusta Maná?, jaja. Bueno, la verdad es que los excesos nunca son buenos. Pero esta canción me parecía especialmente adecuada para esta entrada. Bueno, y ante todo, me alegro mucho de que te vayas recuperando, porque me dejaste bastante preocupado. Pero entre la medicina y el buen ánimo pronto estarás recuperado. Y esa costumbre de abrazar a los árboles para que te limpien las malas vibraciones parece muy extendida. A fin de cuenta son seres vivos y, a su manera, dialogan con nosotros y nos transmiten su buena energía. No conozco esa película, tengo que buscarla, y esto de la comunicación con los árboles es un tema que de verdad da para hablar mucho.

    Diego: Tú te lo mereces, cielo. En cuanto a lo que dices del alma del desierto, es verdad que tiene su propia idiosincrasia, y que se manifiesta de una forma peculiar. Místicos de todas las épocas siempre han buscado refugiarse en el desierto para encontrarse a sí mismos y contactar con las fuerzas ocultas del universo. Y hay muchas leyendas de fenómenos extraños ocurridos durante la noche en los desiertos, pero también de día, e igualmente dan para hablar mucho sobre ello.

    O.G.G.: Gracias. Me pareció que meterlo en un cuento era una manera de hacer más ameno el tema. Yo, como sabes, suelo plantear temas que pongan a prueba nuestras creencias o nuestra lógica, y que nos sirvan para romper los rígidos esquemas del pensamiento. La verdad es que yo nunca he vivido en una cabaña en un bosque. Debe ser una experiencia maravillosa (aunque me da un poco de yuyu por aquello de los incendios), y perderte del mundo una temporada por allí no está nada mal. Y la naturaleza, cuando la tratamos con amor y respeto, ella también nos trata de la misma manera. Y cuánto nos estamos alejando de ello...

    Christian: Gracias, cielín. Lo que me inspiró esta historia fue la experiencia real de una mujer que tiene una sensibilidad especial, y que vive este fenómeno con cierta frecuencia. Eso sí, que sepan los excépticos que no se "mete" nada, ¿eh?, jajaja, que es muy sana. Es algo que rompe toda lógica, pero ahí está.

    Saludos, gracias y besos para todos.

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  6. Hola, Roberto; bienvenido.
    Nosotros, los latinos, no disponemos de esa formula de bienvenida anglosajona que se acomoda mejor a esta realidad y que dice: welcome back. Es una inmensa alegria y un placer saberte de regreso, con tus archivos, a lomos del viento...

    Que bonita historia; precioso cuento.
    El Universo entero es energia. Cuanto mas, aquellos seres vivos que son capaces de acumular y gestionar energia: hidraulica, fololitica, calorica, etc.
    Las plantas, fueron los primeros seres vivos en conquistar la superficie planetaria, absorviendo los toxicos atmosfericos reciclandolos en oxigeno hasta hacer respirable nuestra atmosfera y soportable gracias a la pantalla de ozono creada tras el ejercicio vegetal.Solo asi, gracias a su aporte, pudo desarrollarse el resto de la vida que hoy conocemos; viviente o extinta.
    Son pues, celosos guardianes de toda vida en La Tierra; son gestores, padres y madres, medicos y enfermeras que disponen de un remedio para todo y todos y, la energia que se desprende de cualquier vegetal... es impresionante. Pero, las gentes prefieren ver television, ignorantes de que se pierden el unico programa realmente interesante: vivir la vida, comprenderla, ayudar a comprenderla y ser felices para morir en paz.

    Nos falta mucha humildad para poder entender. :(

    Muchisimas gracias por todo, Roberto. Por todo. ¡Muas!

    El video y la cancion: "xulisimos".

    Om Mani Pemme Hung.

    Namasté. :)

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  7. Es una historia preciosa de que se pueden sacar varias lectura. No obstante la mas obvia es la esa de que nuestros ojos pocas veces perciben la realidad, solo un reflejo. Nunca el fondo, solo la forma...
    Besos, preciosa historia

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  8. Esto no es una opinión ilustre, querido Rob, solo un saludo y un agradecimiento por tu paso por mi bosque. Y hablando de bosques aprovecho para enlazar mi bosque con el de tu historia. Los bosques (de la mente) son lugares que aterran hasta que se mete uno en ellos en profundidad. Cualquier mínimo movimiento, cualquier ramita rota pueden romper el equilibrio y entonces... Mejor el silencio.

    Me alegra tu regreso

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  9. Cosimo: Bueno, aquí estamos otra vez, jeje, y con energías renovadas. Pues sí, los seres del reino vegetal son realmente los dueños y señores del planeta, los demás sólo somos sus parásitos. Otros dirán que realmente son las bacterias las que lo gobiernan, jajaja, pero sería muy largo hablar de todo ello. Y me gusta centrarme en el lado "espiritual" de las plantas, que tienen muchísimo que enseñarnos y mucho que decirnos, y creo que todavía hay que contar mucho más sobre ello, aun a riesgo de convertirme en el "Padre Mundina" de la Blogosfera, jajaja. Como ya he dicho, mostrarlo esta vez en forma de cuento me pareció una forma amena de tocar el tema, y despertar el interés y la conciencia sobre ello. En cuanto a la canción, ya ves que Álvaro la odia, jajaja, pero a mí me encanta, la voz de Juan Luis Guerra me pone los vellos de punta, y me alegra si te gusta a tí también. Sí, Om Mani Pemme Hung.

    JFL: El cuento sí que es interpretable desde varios puntos de vista, y el fenómeno del que habla también puede tener muchas explicaciones. Ahora mismo no sabría decirte si esas esferas luminosas son realmente entidades de naturaleza espiritual, efecto óptico o pura sujestión. En mi experiencia particular me ha llegado a ocurrir que se me ha iluminado completamente la habitación donde he estado meditando (y con la luz apagada), y sentir que me envuelve una especie de nube resplandeciente, y debe ser algo parecido a lo que algunas personas han vivido en las profundidades del bosque. También es verdad, como tú apuntas, que para percibir esto tenemos que abrir nuestra mente, ...y estar predispuestos a ello.

    ◊ Dissortat ◊: Jajaja, lo de las "opiniones ilustres" se me ha ocurrido un poco para animar a la gente a dejar comentarios, jajaja, aunque quizás lo cambie, no sé... a ver primero cómo resulta, jeje. Bueno aquí de alguna manera siempre acabamos viajando hacia el interior, y hacia los bosques interiores, en este caso. Es cierto que a veces parecen estar llenos de peligros que nos acechan desde la oscuridad, pero si nos acercamos a ellos con confianza y dispuestos a percibir toda la luz que encierran, habremos dado un importante paso hacia delante y sobre nuestras propias debilidades. Y el silencio siempre es un buen aliado, jeje.

    Gracias, chicos, saludos, besos y abrazos para todos.

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  10. Cari... iba a ser yo! Yo salía corriendo y no me encontraban en siete días, jaja. Me gusta mas eso de mirar en el interior para ver lo que es importante y encontrarte con tu alma que deambular (como dices tú, jaj) por un bosque de noche y aún encima acompañado de un espectro...

    Bueno, ahora que lo pienso yo tb. tuve un encuentro con un espectro, pero el mío al menos se materializó de día... Eso sin contar a mi abuela fantasma, claro, jaja

    Bezos.

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  11. Thiago: No sé qué decirte, porque de los espectros de un bosque siempre puedes huir, pero los que llevamos dentro no dejarán de perseguirnos y estarán siempre a un paso de nosotros por mucho que corramos, jajaja. Pero ni unos ni otros son invencibles ni eternos, y sólo necesitamos fuerza interior y, sobre todo, fe para vencerlos. Bueno y esa historia del espectro ¿ya la has contado en tu blog?. Cuenta, cuenta, jajaja. Ah, también tengo que decir que las imágenes que he puesto son todas fotomontajes, y la mayoría son imágenes diurnas que he tenido que oscurecer para dar aspecto nocturno, que yo no voy por los bosques de noche buscando fantasmas, que para eso sólo tengo que pasearme de día por la ciudad, jajaja. Besos

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  12. Hola Roberto, ya estoy de vuelta. No voy a lamentarme de que se me hayan acabado las vacaciones ni voy a escudarme en el síndrome post vacacional para justificar mi pereza. Según el Google Reader son más de 400 los post que habéis publicado, en los blogs que sigo, durante mi ausencia y creo que eso sí que sirve para justificar que no vaya, ni mucho menos, a comentarlos todos. Así que te pido mis más humildes disculpas por ello.

    Una historia muy hermosa, aunque yo suelo ser muy escéptico para estás cosas, me encantan este tipo de narraciones, sobretodo cuando están tan bien escritas. Gracias por regalárnosla.

    Un abrazo.

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  13. Peace-for-ever: Hola, bienvenido. Bueno, ya sabes que esto es sólo un juego, un pasatiempo, y cada cual es libre de hacer lo que quiera, y no estamos obligados a nada. Yo tampoco puedo leer ni comentar todo lo que hacen los compañeros, porque es humanamente imposible, así que no te tienes que disculpar, cielo, jeje. En cuanto a la historia, yo también soy muy escéptico en estos temas, aunque, y creo que ya te lo he dicho, no cierro la puerta a ningún tipo de explicación. La cosa es que probar esto es casi imposible, y que te crean si lo cuentas más difícil todavía, jajaja. Así que, de momento, lo dejamos en el misterio. Una forta abraçada.

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  14. Bueno Rober, re-bienvenido a la blogosfera, y ya es un gusto ponerme al tanto con tus relatos trascendentales y que le llegan al fondo a uno.

    Como le engañan a uno las falsas apariencias, nuestros miedos muchas veces son apariencias gestadas y únicamente alimentadas por nosotros mismos. Este ejemplo del bosque lo deja en claro es que el miedo que tenías por el bosque, y luego la introspectiva que te ayuda el anciano a que tengas con el bosque, hace que después descubras que eso misterioso que esta allí, sólo esta para sorprendernos, para cautivarnos.

    Y claro como maravilla de la naturaleza, algo desconocido siempre guarda un enigma mágico. Y aunque no en todas las ocasiones esas cosas que desciframos nos gustan, mucha veces lo que se guarda como desconocido es porque oculta una gran esencia, o como este caso "el alma del bosque". Parecía tenebroso, pero en realidad sólo era inofensivo y noble.


    Un abrazo y un beso.

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  15. Solitario: Hola, cielo, sí, ya estamos de vuelta. Pues captaste perfectamente la esencia del cuento, que, en realidad, es una forma de describir un viaje hacia nuestro bosque interior. Muchas veces el miedo que nos posee nos impide captar la esencia de las cosas, y percibir las luces que hay entre las sombras, como dice el título, y nos perdemos el contemplar muchas maravillas que hay guardadas entre esa aparente oscuridad. Aunque, por otra parte, los bosques reales y, en realidad, toda la naturaleza, esconden una vibración energética, inofensiva y noble como tú dices, y que también podemos llamar espiritualidad, que la "civilización" nos ha enseñado a ignorar y despreciar, y también quería llamar la atención sobre ello. Por cierto, ¿ves todo lo que se puede hacer con el Photoshop?. De las imágenes que puse en la entrada, cuatro fueron captadas a la luz del día pero retocadas para que parecieran imágenes nocturnas, y lo que parecen luces de linterna, y las esferas luminosas, son realmente añadidos, jeje. Un abrazo y un beso para tí también.

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