miércoles, 28 de septiembre de 2011

ROBERT DOISNEAU: EL VASO MEDIO LLENO


Se dice que, ante la imagen de un vaso lleno hasta la mitad, los pesimistas se lamentan y la interpretan como que el vaso está medio vacío, mientras que los optimistas celebran el verlo medio lleno. Hoy el viento nos trae el recuerdo de un artista que prefirió siempre la segunda opción, y de ello dejó constancia en toda su prolífica y magistral obra, concebida y creada siempre desde un confiado y certero optimismo.

Robert Doisneau (léase *Duanô), nació en 1912 en el suburbio de Gentilly, cercano a París (Francia), al que él llamó como “lugar feo, de mal olor y usado para verter la basura”. Tras una infancia llena de penurias económicas y desgracias personales ingresó en la Ecole Estienne, en París, donde se formó como grabador y litógrafo. Pero pronto sintió interés por la fotografía, que aprendió de forma autodidacta, y desde los 17 años empezó a ganarse la vida como fotógrafo, dando tempranas muestras de su talento. En 1931 ya trabajaba con el artista André Vigneau, que sería su gran maestro. Y ya en 1934 consiguió ser contratado como fotógrafo industrial y publicitario para la factoría de Renault.

Trabajos fotográficos para la Renault
Pero ese empleo, rutinario y con horarios fijos, realmente nunca le gustó, se ausentaba con frecuencia, y fue despedido en 1938. Según él: "desobedecer me parecía una función vital y no me privé de hacerlo". Su vocación era fotografiar personas, y no máquinas. Participó después como soldado durante la guerra y, dentro la Francia ocupada, colaboró con la Resistencia falsificando documentación. Este es un episodio de su vida del que no le gustaba hablar, y nunca presumió de héroe, aunque, de hecho, ayudó a salvar muchas vidas de las garras del nazismo.


Terminada la guerra, trabaja para la agencia ADEP, junto a grandes fotoperiodistas como Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, retratando la alegría de la ciudad de París tras el fin de la pesadilla. Posteriormente fue contratado por la agencia Rapho, para la que trabajaría el resto de su vida. Gracias a ello, sus trabajos fueron publicados en prestigiosas revistas como Vogue, Life, Femme o Le Point. También le permitió conocer a destacados intelectuales y artistas del momento, y entabló amistad con varios de ellos.

El pintor Pablo Picasso retratado por Doisneau
En 1950 realizó para la revista America’s Life un reportaje sobre los enamorados de París que le haría mundialmente famoso, sobre todo por una foto tomada cerca del ayuntamiento.




"Bésame, mon cherie, y verás cómo nos hacemos de oro"

Esta foto no sólo le proporcionó fama, sino que, gracias a su amplia difusión, le reportó notables beneficios económicos el resto de su vida. Sin embargo, “El beso” nunca le gustó a él realmente, porque fue hecha por encargo. "No es una foto fea, dijo, pero se nota que es fruto de una puesta en escena, que se besan para mi cámara". Y, en 1993, un año antes de su fallecimiento, le llevaría a los tribunales, porque varias parejas aseguraban ser ellos los protagonistas de la imagen y reclamaban parte del pastel. Pero nada consiguieron, porque él demostró documentalmente que se trataba de una pareja que fue contratada al efecto y que, en su día, ya habían cobrado por ello.  


Autorretrato

Al margen de su labor profesional, Doisneau se dedicó toda su vida a fotografiar la vida en las calles de su amada París. Aunque llegó a usar cámaras Leica, siempre prefirió llevar consigo su inseparable Rolleiflex.  Se levantaba cada mañana temprano y se dedicaba a recorrer las calles de la ciudad en busca de imágenes, de personajes, y de situaciones que él pensaba que debía inmortalizar. No fue, por tanto, un fotógrafo de estudio, sino que prefirió siempre retratar la vida real bajo la luz del sol. Llegó a ser muy conocido por sus vecinos, a los cuales se acercaba e invitaba de forma gentil, bromista y cariñosa, a pesar de su timidez, a posar frente a su objetivo. Se ha discutido mucho si las imágenes que captaba son realmente tan espontáneas como parecen o son fruto de una estudiada preparación previa, como si se tratara de un falso in fraganti. Probablemente, y dependiendo de la situación, habría un poco de todo.


Robert Doisneau pertenece a la llamada Escuela Humanista, de la cual es uno de sus principales miembros. Los fotógrafos humanistas, surgidos principalmente después de la Segunda Guerra Mundial, se empeñaron en mostrar al mundo el lado amable de la vida y la cara buena del ser humano. En busca de ello recorrió toda la ciudad, desde los barrios miserables hasta las zonas más lujosas, interesándose también por la vida nocturna. Como militante comunista, su visión tampoco escapa de una cierta actitud de denuncia, sobre todo al reflejar la vida de los obreros. Doisneau también consiguió que sus protagonistas, muchos de ellos personas pobres y de ambiente marginales, quedaran dignificados frente a la cámara.



Sintió también especial predilección por retratar la vida de los niños, de los mercados callejeros y de los parques.



Y todo ello siempre tratado con un exquisito sentido del humor, a veces reflejado de forma sutil, o a veces de forma desbordante.



Y, sobre todo, mostrando permanentemente el lado positivo de las cosas, la esperanza en un mundo mejor, el disfrute de los buenos momentos y la alegría de vivir a pesar de las dificultades.




Está considerado también como uno de los grandes maestros de la historia del arte de la fotografía y, a pesar de su discreción, y sin pretenderlo, sentó muchas de las bases del lenguaje fotográfico moderno. No obstante, llegó a decir: Nunca he sabido por qué hago fotos. En realidad, es una lucha contra la idea de lo que voy a disparar. Me empeño en detener el tiempo. Es una completa locura”. En fin, sólo un verdadero genio puede ser tan humilde como para decir eso.



 "Mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea". "Lo que estaba tratando de mostrar fue un mundo donde me siento bien, donde la gente era amable, donde encontré la ternura que yo esperaba recibir. Mis fotos eran como una prueba de que este mundo puede existir."





Y les dejo con dos fragmentos de vídeo. El primero nos muestra al detalle cómo es una cámara Rolleiflex. Y el segundo es un montaje audiovisual con las bellísimas  imágenes que nos dejó el maravilloso Robert Doisneau, ese incansable retratista de la alegría y del optimismo.







Saludos.

26 comentarios:

  1. Sin duda estas fotos transmiten un buen rollo increible. Se ve que el hombre era, como dices, un optimista patológico.

    La foto del beso en Paris, todo un clásico, uno de los típicos póster que cuelgan en las paredes de todo el mundo.

    Un post para revisar de vez en cuando, toda una galería del positivismo.

    (Como siempre, Rober, un post currado, exhaustivo y apasionado. No haces muchas entradas, una pena, pero las que haces compensan con creces tus ausencias)

    Besos y agur

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  2. Mira que he visto fotos suyas pero nunca me ha dado por buscar su nombre. Así que muchas gracias por el post, te curras muchísimo el blog.

    Un besazo.

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  3. Me gusta mucho que el post también sea una foto, rober, porque has sido tan listo que el texto parece sólo el encuadre perfecto para que la vida hable sola a través de las fotos que vemos:)
    (Yo me entiendo, jaja)

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  4. Zowi: Jajaja, sí, a este hombre le llegan a tirar limones y hace limonada, jajaja. Bueno, y me da la impresión de que él estaría de "El Beso" hasta las mismísimas narices, aunque posiblemente pudo haber vivido toda la vida de ella sin sacar más fotos, jajaja. Es verdad eso que está en todas partes, y es también un icono de la ciudad de París. Y es que en toda su obra rezuma continuamente un positivismo y una alegría contagiosos. Y ya veo que se me nota que también he hecho el post con mucho cariño, jajaja.

    Christian: Sí, es cierto, algunas de sus imágenes, y no sólo la del beso, han sido muy difundidas. Y es que son una preciosidad. A mi me gusta especialmente la de la gárgola de Notre Dame que parece comerse a la torre Eiffel, es genial, jajaja. Y las cómicas son también una delicia, todo un gustazo para los sentidos. Pero, como tú apuntas, quizás son imágenes que han eclipsado a su propio autor, del que probablemente se habla poco.

    Alma:Jajaja,¿te habré entendido bien?, jaja. Bueno, las protagonistas del post son, sin duda, las imágenes, y el texto está escrito a modo de presentación de las mismas. Es que hablar de Doisneau sin poner sus fotos no tendría sentido. Y mira cómo a veces uno se encuentra con extrañas y maravillosas coincidencias, porque yo ya tenía puesto el título a la entrada y ya estaba editada cuando me encontré precisamente esa preciosa foto del mismo autor en la que aparece un vaso medio lleno de agua y con las rosas dentro. Es como si él la hubiera sacado a propósito para ilustrar un post que le fuera a recordar, y que enlaza con el título. Y, ya te digo, ha sido como providencial, jajaja.

    Saludos, gracias y besos para todos.

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  5. Me encanta esa imagen de optimismo. Conocía la historia de la foto del beso pero nada más de este notable optimista, así que muchas gracias por haberla compuesto y publicado, además que has reunido una cantidad ingente de fotografías y todo eso complementado con ese audiovisual. Te felicito por ese trabajo tan bien hecho.

    Un abrazo.

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  6. Peace-for-ever: Sí, Doisneau es un auténtico maestro del optimismo, una persona realmente iluminada por la fe en lado bueno del ser humano. No sé si ha sido excesivo el número de imágenes publicadas, pero es que todas son realmente buenas, y cuesta eliminar alguna, jajaja. Además, de texto esta vez he sido más ligero, jajaja. Y es que a estos maestros de arte hay que recordarlos de vez en cuando, tanto su obra como sus palabras. Rediós, y qué cosas decía el tío, jajaja. Cuesta creer que haya gente así. Sin duda, es todo un ejemplo que deja pequeños a muchos. Una forta abraçada.

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  7. ¿Y yo que creo que estamos ante un excelente caldo de cultivo para que resurja con fuerza la cultura humanista? Supongo que en tiempos de dificultades es cuando uno da lo mejor de sí mismo.

    A lo que iba, que en la foto de Picasso... soy el único que ha pensado que, por un momento, al maestro del cubismo sus manos se le habían convertido en parte de sus obras, confundiendo con dedos los bollos de pan que tiene a los lados?

    En cuanto a "El beso"... me fascina esa fotografía -en realidad, todos los besos me fascinan, para qué negarlo-. La conozco desde que salió en un capítulo de una serie que sólo yo veía, llamada "Le cafè americain" o como se escriba en francés, e iba de una americana que se piraba a vivir a Paris y terminaba de camarera. En un capítulo se descubría que la chica de la foto era en realidad la dueña de la cafetería. Y el chico, un marino de los estados unidos el día en que había terminado la segunda guerra mundial, o algo así. En fín, los besos, y las historias que siempre parecen que nos dejan tras de sí...

    PD: Sigo debiéndote respuesta rimada. No me olvido, jajajaja.

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  8. Genial.

    Comulgo plenamente con la afirmacion de Doisneau sobre eso de que, desobedecer es una funcion vital.
    Sino, acabas por parecerte a modelos demasiado estandarizados, para mi gusto e ideal de vida.

    Que maravilla de imagenes; te transportan con facilidad a aquel escenario donde, sin el optimismo, hubiese sido muy dificil salir adelante.
    La guerra y sus horrores habian terminado y, aunque el panorama debia dar vertigo, las ganas de vivir y la alegria de haber salido ilesos de toda aquella barbarie de delaciones y asesinatos, bombardeos, muerte y destruccion, sin duda fueron mayores que las sombras del horizonte.

    Ovacion y besos, Roberto. Lo del rabo, lo dejamos para otra ocasion.
    jejeje...

    Besotes, compañero y, muchas gracias.

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  9. Zeta: En tiempos de dificultades siempre es bueno recordar que las cosas pueden ser de otra manera, que el vaso también puede verse medio lleno, jajaja. Tenemos que ponernos en ello, ¿no crees? ;-). Bueno, y la foto de Picasso es muy cachonda, es un chiste visual muy al estilo de Doisneau, y la verdad es que tiene mucha gracia, jajaja. Yo también creo que la foto de "El beso" es una preciosidad, a pesar de que esté muy vista, pero no tengo ni idea de qué serie me hablas, va a ser verdad que has sido tú el único que la ha visto, jajaja. Pero me parece que tú estás hablando de otro beso muy famoso, el de Alfred Eisenstaedt, que fotografió a una pareja besándose en Nueva York al terminar la guerra, y ahí sí que sale un marino, y seguro que fue también otro montaje, jajaja. Bueno y sigo esperando tu poema, comprendo que es difícil, para mí por lo menos, eso de hacer rimas y medir versos, jeje. Besos.

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  10. Salamandra: Doisneu es un genio, se mire por donde se mire, y, como tal, es un ejemplo para todos. Él realmente no gozó de una vida "objetivamente" feliz, no tenía los ingredientes que habitualmente se consideran para serlo. Pero supo sobreponerse a las circunstancias y ver el lado bueno de las cosas, el vaso medio lleno. Muchos pueden pensar que esto es una imbecilidad, pero yo creo que el optimismo es una forma muy inteligente de plantearse la existencia. A mí las imágenes de Doisneau me emocionan de verdad, y esa del niño corriendo feliz con la barra de pan es que me hace llorar, jeje. Te quedas mirándolas y te hacen pensar en muchas, muchas cosas. Ya te digo, es un genio. Bueno, en cuanto a lo de desobedecer, creo que lo absurdo, lo dañino y lo injusto siempre es desobedecible, jajaja. Bueno, y esa cita suya que he puesto al final creo que no necesia comentarios, es simplemente maravilloso comprobar cómo ambos coincidimos tanto con él, jajaja. Gracias y besos. Namasté. (Ya me explicarás lo del rabo, porque no sé a qué te refieres, jeje)

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  11. Siempre he dicho que los mejores fotógrafos no son los de estudio, sino los de cotidianeidades, aquellos que saben congelar en su objetivo un momento de un día de un minuto cualquiera de una vida anónima, porque en ese instante, irrepetible, como todo en la vida humana, está la grandiosidad del momento.... y así nos conmueve a todos, que tenemos cientos de destellos irrepetibles al día, aunque no nos demos cuenta de ello, quizás porque nadie los inmortaliza...

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  12. O.G.G.: Tienes toda la razón, dicho sea con todo el respeto para los fotógrafos de la "B.B.C.", pero la vida cotidiana siempre ofrece momentos maravillosos que debieran ser inmortalizados. Yo a veces he presenciado cosas en situaciones en las que he echado de menos no tener una cámara al lado, aunque tampoco vamos a ser como los turistas japoneses, jajaja. Aunque, como he dicho, muchas imágenes de Doisneau quizás no son tan espontáneas como parecen, pero conmueven como si lo fueran. Y me extraña que no hayas dicho nada de la foto de Picasso, es una materialización del dicho de tu abuela, jajaja. Besos.

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  13. Mr. Tenique que le digo, maravillosa e inspiradora su entrada como siempre, gracias por acercarnpos a la belleza.

    Un abrazo.

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  14. Mejor tarde que nunca...

    Mi querido Rober, acá estoy reponiendo mis energías y sigo creando.

    Sobre lo que has escrito, sin querer y sin saber siempre he admirado las fotografias de este artista. Es más en un proyecto uqe tuve en mente una vez, sus fotos las considere como una fuente de inspiración.

    Besos

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  15. Álvaro: Bueno, las gracias hay que dárselas monsieur Doisneau, por haber dejado tantas maravillas. Su obra, de más de 60 años de trabajo, es extensísima, y es todo un canto a la belleza y a la felicidad. Sus imágenes siempre inspiran alegría y optimismo, y nos regalan sonrisas y buenas vibraciones. Es puro arte. Y además creo que resulta muy didáctico. Debería todo el mundo aprender de él, ¿verdad?.

    Diego: Qué alegría me das con tu presencia y con esa noticia, jeje. Sí, como ya te dije, es bueno parar y tomarse un respiro, y volver a retomar el vuelo con nuevas energías. Y, mira, tú puedes ser perfectamente un continuador de la obra de Doisneau, porque como han dicho ustedes dos, Álvaro y tú, resulta realmente inspirador. Sus imágenes son también como poemas, cuentan historias, y hasta parece que desprenden sonidos y perfumes. Sí, era todo un genio y un maestro para nuevos artistas.

    Gracias, saludos y besos para los dos.

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  16. infinitas gracias por regalarnos tan sublime post, muchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana .

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  17. Ozna: Bueno, como ya dije, las gracias habría que darlas más bien a Robert Doisneau, que es el que nos dejó todas estas maravillas, yo sólo soy un mediador, jeje. Y no sólo era un gran artista sino también una excelente persona, que no siempre van unidos, jajaja. Y, como también he dicho, sus palabras también llegan hondo, dan mucho que pensar. Saludos y besos para ti también, guapetona, e, igualmente, feliz fin de semana.

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  18. A mi, que me encanta la fotografía, se me cae la baba ante los maestros de esa época. Son la versión fija del neorrealismo italiano.

    Las fotografías de Doisenau siempre me han impresionado por su capacidad de captar un gesto, un movimiento en un marco quieto. Es capaz de darle animación a una imagen fija.

    Conocía muchas de sus fotos pero algunas de la serie humorística eran nuevas para mi, y me han hecho esbozar una sonrisa por su ingenio y oportunidad.

    Cuando sea mayor quiero ser como él ;)

    Un beso (inmortalizable)

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  19. Parmenio: Sí, la fotografía de esa época tiene una magia especial, y el blanco y negro le da ese aire de ensueño que le quita el color. A mí me encantan también esas cámaras fotográficas antiguas, que hoy parecen armatostes antediluvianos, pero eran capaces de captar toda esa magia. Bueno, aunque parece que Doisneau a veces hacía "trampa", en el sentido de que las escenas no eran siempre tan espontáneas, porque en algunas ocasiones pedía a la gente que escenificara determinadas situaciones, y eso se nota por ejemplo en las fotos de niños. Aunque yo creo que eso no le resta en absoluto valor al resultado. Y, como tú dices, a pesar de la instantaneidad, dialogan y cuentan una historia. Y las fotos humorísticas son auténticos chistes visuales, y ahí sí que se nota más su agudeza y su genialidad. Y, sí, yo cuando sea mayor quiero también ser niño como él, jajaja. Besos revelados para tí también.

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  20. He disfrutado muchísimo con tu blog , te doy las Gracias y te felicito por ello.

    PD: Gracias por seguirme.

    Saludos

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  21. Eva: Hola, cielo, bienvenida, estás en tu casa. Como digo a todos, estoy abierto a todo tipo de comentarios y críticas, jeje. Ya ves que hago estas cositas para entretener y repartir buena energía, jeje. Es para mí un honor que me sigas. Yo también procuraré visitarte y dejarte algún comentario de vez en cuando. Saludos, gracias y besos, guapetona.

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  22. Eva me ha recomendado tu blog y desde luego la primera visita no ha tenido desperdicio.Una entrada muy completa y muy documentada
    Enhorabuena
    Un abrazo y te seguire de cerca

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  23. Cari, ya estoy aquí, te prometí el otro día que leería tu post el viernes, y lo hago el martes, jaja Tal vez así se comprendan muchas cosas.

    la verdad es que yo comparto esta filosofía de la vida. Me ha gustado siempre la foto del beso, aunque al autor parezca ahora no gustarle. Y no sabía que esa de Picasso era suya.

    Lo que si que -ya en otro orden de cosas- es que fotografiar la fealdad de forma bella tiene algo de falseamiento, n0? Luego lees sobre los que fotografían las cosas como lo que son: mierda que parece mierda, y no sabes quién tiene razón

    Aunque ya te digo que, personalmente, soy de los que prefieren ir por la vida con una sonrisa que no con mala leche poniendo de relieve la fealdad, que de eso se da cuenta todo el mundo, jaja


    Bezos, cari.. Esto es un ¡Hasta siempre!

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  24. Vine por aquí a recomendación de mi desconocida amiga Eva BSanz, ella me dejó el enlace en Facebook. Gracias, Eva, porque la experiencia ha sido inigualable. Me gusta encontrarme con un blog que me guste, y si aprendo con él... mejor, como en este caso. "Robert Doisneau, ese incansable retratista de la alegría y del optimismo", buena frase y este blog no solo la reproduce, sino que quiere ser lo mismo.

    Me apunté como su seguidor. Ojalá usted venga y se apunte igual en el mío para quedar enlazados por "bloguer". Me gustaría mucho. Ahí espero.

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  25. Juanjo: Bienvenido tú también, y te repito lo mismo que a Eva. Bueno, yo busco siempre ser riguroso en lo que digo, pero a la misma vez escapar de la frialdad enciclopédica y hacer una entrada entretenida. También a veces se me nota mi ideología política, a pesar del rigor, pero, claro, en eso ya no puedo ser imparcial, jajaja.

    Thiago: Claro que sí, como he dicho antes, creo que el optimismo es una forma muy inteligente de plantearse la existencia. Con respecto a la foto del beso, date cuenta que por muy bonita que parezca, el autor terminó hasta las narices de ella, y se comprende, jajaja. Bueno, en cuanto a lo de la fealdad, digamos que todo tiene su lado bello, pero depende también lo que quieras comunicar, y si quieres denunciar algo lo mejor es mostrarlo tal y como es, sin enmascaramientos. Si quieres hacer poesía ya es otra cosa, jajaja. Y, claro que sí, cari, sonriendo somos todos más guapos, jajaja. Hasta siempre, Thiaguiño, y ya sabes que aquí está tu casa para cuando quieras pasarte por ella.

    William: Me alegra que te haya gustado, bienvenido, cielo. Pero no me llames de usted, hombre, que aquí estamos de confianza, jeje. Y sí, Doisneau es un maestro del que podemos y deberíamos aprender todos, con ese constante optimismo suyo, que, mostrado así de esa manera tan hermosa, resulta realmente aleccionador. Gracias, te seguiré también, y te visitaré todo lo que el tiempo me permita.

    Saludos, gracias y besos para todos.

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  26. Me encanta la manera tierna y divertida como se ven las fotos de este fotografo tierno y divertido, sobre todo las de los niños, sonrientes siempre, desprevenidos, únicos, lastima que no haya, en la actualidad, más fotografos como el. Si lo tuviera que definir no encontraría palabras.

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