miércoles, 19 de octubre de 2011

COSA DE BRUJAS


Hemos oído hablar tantas veces de ellas, envueltas siempre en un halo de misterio y fantasía, protagonizando tantas leyendas y cuentos, que en la mentalidad colectiva han quedado como seres fantásticos surgidos de la imaginación de nuestros ancestros. Pero hoy trataremos de acercarnos de una forma racional, intentando de aportar un poco de luz, al estudio de este fenómeno, siguiendo, como no podía ser menos, nuestro habitual "estilo junguiano", jeje. Hoy el viento nos trae el recuerdo de las brujas.


Pero antes que nada, cabría preguntarnos si sabemos qué es exactamente una bruja. Hoy en día esta palabra tiene un significado muy amplio, pero en siglos pretéritos, brujas se denominaban exclusivamente a las mujeres acusadas de practicar cultos demoníacos y de pactar con el Diablo, diferenciándolas claramente de las hechiceras, es decir, las que practicaban artes mágicas y las ciencias ocultas.



Tanto la brujería como la hechicería hunden sus raíces en las antiguas religiones animistas, en las que la práctica de la magia y la invocación de entidades espirituales eran expresiones cotidianas dentro del culto religioso. Sin embargo, con el desarrollo de los estados, y el establecimiento de los cultos oficiales, una buena parte de estas prácticas quedaron desde entonces recluidas en la marginalidad. Y las brujas y hechiceras pasaron, por tanto, a desarrollar sus actividades en el ámbito de la clandestinidad. En la antigua cultura griega ya eran consideradas como seres perversos, capaces de transformarse en animales, volar, provocar tormentas, y se decía que hacían sus reuniones de noche invocando a Hécate (diosa de las fuerzas ocultas de la naturaleza), Selene (diosa lunar) y Artemisa (diosa de la naturaleza). Y de ello nos queda constancia en la literatura de la época, el mismo Ulises y sus compañeros, en la “Odisea”, tuvieron un desgraciado encuentro en la isla de Eea con la bruja Circe, que vivía en una mansión en medio de un espeso bosque.
Ulises hechizado por Circe

Entre los romanos, ellos siempre tan prácticos, siguió existiendo esta consideración despectiva con respecto a brujas y hechiceras, a las cuales se les llamaba maleficae (maléficas), por practicar, sobre todo, la magia negra, es decir, dañina. Y, aunque no existía oficialmente una persecución contra ellas, sí que podían ser procesadas si eran denunciadas. A este respecto, en las “Metamorfosis” de Lucio Apuleyo, del siglo II, la sierva Fotis nos dice que su señora…

“… Se había fijado en ese muchacho ayer tarde al volver de las termas; estaba sentado en una barbería, y me mandó que recogiera a escondidas unos mechones de los que ya habían caído al suelo por el corte de la navaja; cuando los estaba recogiendo a toda prisa, me descubrió el barbero, y como ya tenemos la mala reputación de hechiceras, me agarró y me increpó de malas maneras: "¡Mala puta! ¡Pendón! ¿Por qué no dejas de robar ya los cabellos de estos apuestos jóvenes? Si no dejas esa mala costumbre te voy a denunciar a los magistrados.”

El hecho es que, a pesar de todo esto, las brujas y hechiceras siguieron conviviendo de forma más o menos pacífica con los cultos oficiales, incluso con la llegada del Cristianismo. No hay que olvidar tampoco que buena parte de sus “trabajos”, que podían incluir también la magia benéfica, los hacían para una clientela que reclamaba sus servicios, y eso hizo que su presencia, aunque marginal, fuera necesaria e imprescindible durante siglos. Pero, a partir del siglo XIII, con la instauración de los tribunales de la Inquisición, esta situación daría un giro radical. Desde entonces, las brujas y hechiceras pasaron a ser oficialmente perseguidas, y se instaba a todos los fieles que las denunciaran ante el Santo Oficio.



No sólo se las acusaba de practicar la magia y hacer pactos con el Diablo, sino también de arruinar cosechas, envenenar pozos, enfermar al ganado, provocar granizadas, comer niños…, y todas las calamidades imaginables. Las mujeres acusadas de brujería fueron a menudo sometidas a crueles torturas con el fin de que confesaran a la fuerza el delito que se les imputaba, pero, además, de que dieran nombres y delataran a sus compañeras. La condena más frecuente era la muerte en la hoguera, y se calcula que hasta el siglo XVIII, unas 500.000 personas fueron brutalmente asesinadas de esta manera en Europa. Para los casos de hechicería, la condena era el destierro.



Uno de los motivos más frecuentes por los que se intentaba probar el trato de las brujas con entidades demoníacas era el de que ellas mismas confesaban que eran capaces de volar. La explicación a esto podríamos encontrarla en el ungüento que las brujas decían que utilizaban para ello. En el siglo XVI, llegó a manos del médico español Andrés Laguna un tarro de este secreto ungüento maloliente y de color verdoso, que decidió probar con la mujer del verdugo de la ciudad de Metz (Francia), que se prestó para ello. Nos dejó escrito que, después de untarla de pies a cabeza con esta sustancia, “ella se quedó dormida de repente con un sueño tan profundo, con sus ojos abiertos como un conejo, que no podía imaginar cómo despertarla. Finalmente despertó, pasadas 36 horas, y diciendo: “¿Por qué me despiertas en este momento tan inoportuno? Estaba rodeada de todos los placeres y deleites del mundo”. Entonces sonrió a su marido que estaba allí y le dijo: “Bribón, sabes que te he puesto los cuernos, y con un amante más joven y mejor que tú”.



Ilustración antigua de la planta de mandrágora.
Se decía que gritaba al ser desenterrada
El poder de este potingue mágico sin duda se debía a que se trataba de una droga. Aunque seguramente no exista una única fórmula, parece ser que el principio activo contenido en el ungüento de brujas es la atropina, un alcaloide capaz de interferir en las conexiones neuronales, y con gran poder alucinógeno. Está contenido en plantas europeas como la mandrágora, el beleño y la belladona, que aparecen citadas en algunas fórmulas mágicas. Entre los efectos de la atropina están las sensaciones de vivir experiencias eróticas desenfrenadas y la impresión de estar volando. La atropina, además, puede ser absorbida por la piel, especialmente donde es más sensible, de ahí la leyenda del uso de escobas, que se usarían para aplicar esta sustancia en la zona genital.


Otra pregunta que podríamos hacernos es por qué durante esos siglos la represión contra las brujas fue tan violenta, por qué fueron culpadas de ser las principales causantes de todos los males, y por qué se montó toda una parafernalia ideológica y legal con el objetivo de acabar con ellas. La primera razón es porque, precisamente, eran personas que vivían al margen del sistema, no estaban bajo el control del poder civil ni eclesiástico, y, además manejaban un conocimiento y unas artes que retaban y ponían en entredicho al poder establecido. Las brujas eran, por tanto, un “peligroso” contrapoder que les inquietaba y les quitaba el sueño. Y no dudaron en cargar contra ellas utilizando todas las armas posibles. La segunda razón es que, además, se trataba en la mayoría de los casos de mujeres solitarias, pobres e indefensas, y, en ocasiones, con la mala reputación añadida de haber sido prostitutas. Canalizar la opinión pública en su contra fue muy fácil. En tercer lugar, la lucha contra las brujas fue una cortina de humo perfecta para ocultar durante siglos las tropelías de clérigos y nobles a costa del sufrimiento del pueblo llano. A propósito de esto, el antropólogo Marvin Harris nos dice:

“El significado práctico de la manía de las brujas consistió, así, en desplazar la responsabilidad de la crisis de la sociedad medieval tardía desde la Iglesia y el Estado hacia demonios imaginarios con forma humana. Preocupadas por las actividades fantásticas de estos demonios las masas depauperadas, alienadas, enloquecidas, atribuyeron sus males al desenfreno del Diablo en vez de a la corrupción del clero y la rapacidad de la nobleza.”


Esto explica también que se convirtieran en las malas de los cuentos infantiles. Pero, desde finales del siglo XVIII, con la difusión de la Ilustración, el ascenso al poder de la burguesía, y la generalización del laicismo, la caza de brujas llegó a su fin. Aunque en las legislaciones de muchos países seguirían siendo consideradas como delincuentes. Y a partir de mediados del siglo XX la brujería ha conocido un nuevo renacimiento, de la mano del surgimiento de las llamadas religiones neopaganas. Estas religiones han aparecido entre círculos de intelectuales ocultistas que tratan de investigar y recuperar los antiguos cultos paganos que quedaron proscritos con la difusión del Cristianismo, pero que, a pesar del tiempo transcurrido, y de la enorme presión ejercida sobre ellos, nunca desparecieron del todo. Entre las religiones neopaganas actuales, destacaremos la Wicca (del inglés Witchcraft: Brujería), que empezó a ser difundida desde 1954 por el británico Gerald Gardner. La Wicca es una religión sincrética que retoma la tradición de los antiguos druidas celtas, combinada con elementos de la cábala judía, del chamanismo, del budismo y de la astrología. La práctica de la magia forma parte esencial de su culto. Es, además, respetuosa con el resto de las religiones. Y no es proselitista, es decir, no busca “adeptos”, sino que está abierta a todos los interesados que se acerquen a ella por iniciativa propia. Comparte con el resto de las religiones neopaganas, un profundo respeto por la Naturaleza, constituyendo en cierto modo una versión espiritualista del ecologismo.

Neopaganos en Stonehenge (Reino Unido)

Reunión de wiccanos en Argentina
En la serie de televisión "Embrujadas" aparecen muchos elementos del Neopaganismo
En resumidas cuentas, parece ser que la brujería, después de haber sido proscrita, calumniada, perseguida y despreciada durante siglos, está silenciosamente sentando las bases de una nueva época dorada. Así que si miran hacia el cielo de noche y ven volando a alguien subido en una escoba, no se extrañen, porque podría ser perfectamente una bruja, o un brujo, porque haberlos haylos también, jajaja.



Y les dejo con un vídeo clip de la canción "Sugar, Sugar", interpretada por el grupo norteamericano The Archies (1968), perteneciente a la banda sonora de la teleserie de dibujos animados "Sabrina, la bruja adolescente".



Saludos.

25 comentarios:

  1. Yo si creo en la magia, si la naturaleza es tan poderosa e influye en todo, de la misma manera podemos nosotros influenciar en ella en nuestro beneficio, y aclaro, beneficio, porque, como se sabe, la magia negra juega con un riesgo, el llamado "principio de tres" de la magia, todo lo que hagas, bueno o malo, te será devuelto por tres...

    Por cierto ROBERTOTE, ya puedes ver tu aportación en mi macrorrelato gay del aniversario de mi blog, jejeje...

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  2. Interesantisimo tu estudio antropologico sobre las brujas
    Por si te interesa hay un libro de Caro Baroja que habla del mismo tema y que esta muy interesante
    Un abrazo

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  3. Hace años leí una entrevista que le hicieron a una cantante noruega que es wiccana y decía cosas muy sensatas e interesantes la verdad. Tanto como tus posts, sigue currándotelo así que eres un tío muy culto e interesante, a ver si un día nos pudiéramos conocer.

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  4. "Haberlas, haylas" Me ha gustado mucho eso de la versión espiritualista del ecologismo pero si tengo que vestirme de casper y dar vueltas alrededor de un cronmlench las cosa pierde encanto, jeje...

    Creo que el de la brujería es un tema apasionante, Rober, me ha gustado mucho tu post. Un beso

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  5. La atropina se usa en medicina, pero no para pasarlo "chachi" como esas brujas de las que nos hablas xDDD

    Perseguir brujas o judíos era muy útil para desviar las miradas del pueblo hacia otros lugares.

    Una buena síntesis sobre la brujería.

    Seguro que la madre de mi mujer tiene una de esas escobas escondida jajajaja.

    Un abrazo

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  6. O.G.G.: La magia básicamente es el control de los flujos de energía cósmica, y se puede usar para hacer el bien pero también para hacer el mal. Se suele decir que la magia negra tiene ese efecto de rebote, y eso es porque se interfiere bruscamente en esos flujos y, en mayor o menor medida, estamos quebrantando las leyes del Universo. Y lo que proyectamos es lo que recibimos. aunque yo con ese "principio de tres" no estaría muy de acuerdo, creo que generaliza mucho, jeje. Tendríamos que discutirlo. Sí, y ya he visto el macrorrelato, jajaja.

    Juanjo: El tema este de las brujas da para mucho, yo he pretendido tocarlo de un modo más o menos riguroso a la vez que ameno. Sí conozco el libro de Caro Baroja, aunque no lo he leído, salvo a autores que lo citan. Parece ser que él localiza el fenómeno de la brujería en el ámbito rural, mientras que la hechicería la circuncribe al ámbito urbano. Tendría que leer el libro para conocer mejor sus ideas, pero, en principio, me parece una diferenciación demasiado tajante. Yo, para este tema he seguido a Marvin Harris, que quizás es demasiado materialista para mi gusto, pero que aporta ideas interesantes. Y, por supuesto, siguiendo siempre la estela de mi venerado Carl Gustav Jung, jeje.

    Christian: La Wicca es realmente un retorno a las raíces de la cultura, y yo diría incluso que a la cordura, jeje. Hemos estado durante siglos sometidos a una religión "oficial" que adora a un sólo Dios, pero que desprecia al ser humano (porque desde el nacimiento ya somos todos pecadores), que no busca la armonía con la naturaleza sino someterla, y que no predica con el respeto hacia la diversidad de opiniones sino con el dogma. La Wicca rompe con todo eso y es una vuelta a los orígenes, que nunca debieron haberse perdido, jeje. Gracias por tus palabras, yo intento hacerlo de forma rigurosa pero sin perder el sentido del humor, que aquí estamos para pasarlo bien, ¿no?, jeje.

    Alma: ¿No serás tú wiccana y no te habías dado cuenta hasta ahora?. Pero no te preocupes, que no te tendrás que vestir de "casper", que esa imagen de Stonhenge corresponde a una reunión de miembros de la Red de Druidas, otro culto neopagano. Los wiccanos son esos que van vestidos de calle, jeje. Hacen también un uso ritual de la magia, eso requiere una iniciación y un largo aprendizaje y, obviamente, una predisposición mental muy abierta. Y no todo el mundo está dispuesto a pasar por eso. Digamos que ser bruja o brujo hoy en día es como tener un doctorado, y no es nada fácil, jeje. Y ¿quién sabe si el neopaganismo será el que termine salvando al planeta del desastre al que nos lleva el actual sistema económico-político-ideológico?.

    ◊ Dissortat ◊: Sí, cuando busqué información sobre la atropina encontré que se usa actualmente como medicamento. Aunque en dosis más elevadas seguro que tendrá el mismo efecto que embadurnarse de ese ungüento, jajaja. Mejor no dar ideas, jajaja. Bueno, y eso de usar chivos expiatorios siempre ha sido muy útil para tapar los defectos del sistema, y es algo que nunca ha desaparecido del todo, porque "cazas de brujas", en el sentido metafórico, por desgracia siguen habiendo hasta hoy en día. Bueno, pero qué mala fama tienen las suegras, jajaja, aunque nunca se sabe, jajaja.

    Gracias, besos y abrazos para todos.

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  7. Aunque lo sospechaba no tenia un conocimiento exacto de este fenómeno. Creo que, como siempre, nos diste una clase magistral sobre ese fenómeno. Además imagino que la hechicería tendrá fuertes vínculos con alguna de esas medicinas alternativas que también están resurgiendo...

    Muchas gracias,

    Un abrazo.

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  8. jajajaja medio me has jodido un post que tenia a medio hacer, pero creo que lo reharé, iba sobre la matanza de Salem... asi que lo que te iba a decir no te lo digo por si luego me pongo a enlazar lo que pensaba enlazar.

    Ahora, que eso de huntarse de verde con la escoba me parece una salvajada, para algo tenemos manos, leñe, jajajajaja, y si no, húntate con un vibrador, que es más fácil de aparcar cuando aterrizas, jajajajajaja.

    Biicccoooosssss

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  9. Jeje. El gallego de arriba, Z, como buen gallego, seguro que no cree en las meigas, pero dirá que haberlas hailas. Y seguro que alguna queimada con su correspondiente conxuro habrá organizado en su casa. Galicia y Asturias siempre fueron un buen refugio para las bruxas.

    Otro de los motivos de por qué la inquisición persiguió tanto la brujería y a tanta gente fue la simple y terrenal delación. Era una manera fácil de quitarse a un enemigo de enmedio, denurciarle a la santa inquisición, ávida ésta de publicidad.

    Un repaso interesante y exhaustivo, como siempre.

    Ah, y tu parte del relato de Andrés es de la que más me ha gustado. En todos los sentidos...jeje.

    Besos hechizantes y agur

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  10. Yo si creo en las brujas y además creo mucho en los rituales.

    Las fuerzas están ahí y son usadas de manera positiva y poderosa y también para joder al otro, todos estamos interconectados y de alguna manera lo que uno hace le afecta a otro.

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  11. Peace-for-ever: A mí es un tema que me apasiona, y creo que daría para mucho más. Como ves, se le puede encontrar una explicación racional a este fenómeno, y he intentado aproximarme un poco a ello. Bueno, y si seguimos el hilo para encontrar la madeja nos toparemos con que toda la ciencia experimental hunde sus raíces en el esoterismo y la hechicería, aunque hoy parezcan mundos opuestos. De hecho, recordemos que científicos como Miguel Servet fueron condenados a la hoguera como si de brujas se tratara. Y es cierto eso, que ciertas medicinas alternativas retoman la tradición y el saber de la hechicería y el curanderismo, sobre todo porque poseen un conocimiento exhaustivo de las hierbas y sus poderes mágicos/medicinales. Hay mucho que volver a aprender de ello.

    Zeta: Pues lo siento, macho, pero estamos a finales de octubre y toca hablar de ello, jeje. Pero usted hable todo lo que quiera de las brujas de Salem que yo ese tema no lo he tocado, y seguro que usted le dará otra perspectiva. Hombre no, la escoba era para aplicarse la sustancia en sólo en la parte contratante. Yo he oído leyendas de mis abuelos que las brujas se untaban sólo las axilas y los genitales, no todo el cuerpo, así que debe haber varias versiones o también varios tipos de ungüentos. Bueno, hoy sí que sería una buena alternativa usar un vibrador. Yo no sé si se ha entendido bien el último chiste que he puesto, pero va en ese sentido. A ver si tengo ahora que explicarlo, jajaja.

    Zowi: Pues mira, Galicia y Asturias tienen fama de ser tierra de brujas, pero realmente las ha habido en todos sitios, aunque quizás su tradición no haya llegado hasta fecha tan recientes. Donde vivo yo siempre he oído historias de brujas, quizás por la influencia portuguesa, y seguro que leyendas así las hay en muchos sitios. Con respecto a eso que dices de la delación, yo no sabría qué contestarte con respecto a las inquisiciones europeas, pero en la española era muy difícil que se diera el caso. La cosa es que los inquisidores españoles se fijaban mucho en quién delataba a quién, y, si el que denuciaba era una persona de la que públicamente se supiera que llevaba enemistad con el denunciado, su denuncia normalmente era desestimada, porque evidenciaba que lo que había detrás era un afán de venganza. Yo he tenido el privilegio de acceder directamente a los viejos documentos de la Inquisición y te puedo asegurar que era efectivamente así. En los casos de hechicería he visto, además, que las hechiceras eran denunciadas normalmente por gente que se sentía estafada, vamos, que les habían encargado un trabajito, se habían llevado el dinero, y de conjuros mágicos y encantamientos nanay de la China, jajaja. También es verdad que en España la caza de brujas no fue tan salvaje como en otros lugares de Europa, y muchas no se quemaron de verdad sino en efigie, es decir, usando un muñeco que las sustituyera. Bueno, en cuanto al relato, yo creo que todos hicimos un derroche de imaginación, jajaja.

    Álvaro: Por supuesto que existe una brujería seria, y los auténticos rituales están cargados de un gran saber acerca de las fuerzas que rigen el Universo. Yo también creo en ello, aunque, como tú dices, esas fuerzas puedan ser usadas para hacer daño. También es verdad que todo este mundo está lleno de charlatanes, supercherías y estafadores, y es algo que me molesta mucho, porque luego a mucha gente le resulta difícil de creer que de estos temas se pueda hablar realmente en serio, y de que detrás de todo ello hay un profundo conocimiento de las fuerzas de la naturaleza, y una voluntad de hacer el bien.

    Gracias, besos y abrazos para todos.

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  12. Un post magistral... ¿se puede decir algo más sobre el tema? jaja! Nos has ilustrado estupendamente.
    No obstante... ¿hay brujos? jajaj! Porque por aquí parece que se ven ya varios comentando... ufff!!!!

    Una clase magistral!

    Angel

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  13. Ángel: Qué alegría verte por aquí, cielín. Bueno, de este tema hay mucho, muchísimo más que decir, y aquí sólo he esbozado las líneas principales. Quizás haga más entradas en relación a ello, porque es un tema que me apasiona. Y claro que hay brujos, hombre, algunos incluso nos dedicamos a hacer blogs, jajaja. Lo digo por mí, ¿eh?, que yo no estoy acusando a nadie, aunque esto a veces se parece a un aquelarre, y digo sólo que se parece, jajaja. Gracias por tu presencia y por tus palabras, saludos y besos.

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  14. Fantástica entrada, no creo en la brujería ni en la magia, salvo al mago que esconde el truco bajo su manga, pero me gusta como redactas. Cada palabra tuya ya es magia.

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  15. Eva: Estas cosas es muy difícil creerlas, sobre todo cuando todo este mundo está lleno de charlatanes y estafadores, y no sólo hoy, sino en todas las épocas. Yo cuando digo que creo en la magia me refiero al poder de transformar el mundo con nuestro pensamiento, a la magia de la mente. Y no creo gratuitamente, sino porque lo he comprobado a raíz de experiencias personales. También es verdad que entrenar la mente y controlar la energía de pensamiento lleva su trabajo y su dedicación, y los resultados no son siempre satisfactorios. El ritual y las oraciones son realmente elementos accesorios. Pero eso de hacer potingues y mezclar hierbas es poco de fiar, jajaja. Luego vemos que detrás de todo esto hay adicciones a determinadas drogas, y, por otro lado, toda la fantasía que se ha puesto en crear las leyendas sobre brujas. A estos temas siempre procuro darles un enfoque científico, y aportar un poco de racionalidad, aunque reconozco que a veces cueste bastante encajarlos en la racionalidad, jajaja. Muchas gracias por tus palabras. Saludos y besos de un brujito.

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  16. Super interesantisimo como todos tus posts.

    mira que no sabia esa historia de la atropina.

    y eso de las escobas, serian como los juguetes sexuales de la epoca? jejeje

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  17. Yo-Mero: Pues sí, parece que la atropina es lo que hacía volar realmente a las brujas. Pero ellas debían conocer exactamente la dosis, porque esta sustancia en dosis altas es muy tóxica y puede ser mortal. Y sí, parece que las escobas eran realmente juguetes sexuales, y los usarían como instrumento masturbatorio. Aunque luego se ha creado toda una leyenda sobre las escobas que no tiene nada que ver con su verdadero uso, quiero decir aparte de barrer, jajaja. Ya ves, las brujas en realidad no eran más que unas pobres mujeres que querían darse una alegría de vez en cuando, jajaja. Besos.

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  18. Las brujas eran unas santas comparadas con la iglesia y el estado dos organizaciones siniestras explotadoras del pueblo.
    Como ayer, como hoy...
    No hemos adelantado nada.
    Besos

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  19. Gerard: Opino lo mismo que tú. Las brujas realmente no causaban daño a nadie, y sus actividades las hacían en la más estricta privacidad. Y las hechiceras, aparte de estafar a sus clientes, que, por cierto, ya sabían a qué se exponían, poco problema podían causar. La cosa es siempre buscar un culpable entre los que están al margen del sistema. Si vemos la portada del ABC cuando fueron las manifestaciones de indignados, vemos que el poder sigue buscando "brujas" para echarles la culpa de sus despropósitos. Y muchas noticias que aparecen últimamente en determinados medios de comunicación quieren hacernos ver que los culpables de la crisis somos los ciudadanos, y luego ya se pueden justificar las políticas que pretenden acabar con derechos sociales, como si fuera un castigo que nos merecemos. Pero, aunque haya muchas coincidencias, no hemos llegado aún al punto de no retorno, y a tiempo estamos de corregir esta situación que nos quiere llevar de nuevo a la Edad Media, ¿no crees?. Besos y un fuerte abrazo.

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  20. Es curioso comprobar a traves de los relatos de La Historia, como los sucesivos poderes que han dominado las distintas sociedades, bien sea poniendolas de rodillas a base de idolitos y dioses o de cañones y sables, lo que mas perturba a estos "poderosos" es, el conocimiento.
    El conocimiento se les antoja un arma terrible porque es, en suma, el poder real; aquello que nos dota de capacidades y de autonomia. ¿Autonomia?... ¿En el pueblo llano?... y, ¿¿En manos de mujeres??
    La iglesia catolica solo tuvo que recurrir a esos escritos manipulados suyos, que son su codigo de servicio, y justificar que, Dios, ya describe a la mujer como perversa e impura de intenciones.
    ¿El resto? Facil; Miguel de Unamuno lo dice en una frase: "Calumnia; que algo queda". Hoy lo llamamos "Campaña de Propaganda".

    Anda que no les ha venido bien a estos centuriones del embuste y el ladrocinio que el pueblo llano haya sido inculto y analfabeto durante siglos.
    El ejemplo lo tenemos en el solar hispano donde, sus abusos, incluyendo la sustraccion de bebes y el abuso de menores, se ha venido practicando hasta "ayer".

    Claro que, a los neopaganos, que se nutren de la necesidad y la credulidad de seres debiles, no les arriendo la ganancia. Y, a los ultimos, menos.

    Petonets, company!

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  21. Salamandra: Estoy contigo en que el conocimiento es el arma más poderosa de la que podemos disponer, por eso los magos, las brujas, los científicos y los intelectuales siempre han sido vistos con recelo por los mandamases de turno. Como digo más arriba son un contrapoder que les inquieta. Y por eso siempre han tenido interés en fomentar la ignorancia y demonizar el saber. El conocimiento mismo de la escritura estuvo durante siglos en manos de una élite, y la mayoría de la gente sólo sabía lo que se les dictaba desde los púlpitos. Pero mira cómo a poco que se baje la guardia "los de siempre" aprovechan para volver a ganar terreno, y ahí tenemos las políticas de desmantelamiento de la enseñanza pública, el plan Bolonia para las universidades, el intento de censurar los telediarios o la telebasura en general. Y eso que nombras del robo de bebés y el abuso de menores se sustentó, como bien dices, en la poca cultura de las víctimas. Bueno, el caso de los neopaganos es complicado, porque, quizás en principio hay buenas intenciones y la necesidad de canalizar una espiritualidad frustrada, pero detrás puede haber lo de siempre, es decir, la formación de grupos de poder, jerarquías, y el control ideológico. O sea, más de lo mismo, jajaja. Intentaré irte respondiendo los demás comentarios, que hoy te has pegado un atracón, cielín. Petons per a tu tambè i una forta abraçada.

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  22. Eso de las brujas me da miedo, provengo de un pueblo con tradiciones muy arraigadas y miedos que nos encajan en el corazón desde pequeños. Uno de esos miedos es sobre las brujas porque creíamos que los fuegos fatuos que se veían en los cerros en las noches eran brujas y lo que hacíamos era escondernos bajo las cobijas o abrir las tijeras y ponerlas encima de la puerta colgadas en un clavo ja para que no le chuparan la mollera a los niños jeje.

    Pero son miedos que no logro desterrar de mi subconsciente.

    Un abrazo Rober, como siempre me gusta como nos enseñas con tus posts tan bien investigados, te felicito.

    Besos.

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  23. ¿Aquelarre? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo? jajaj!
    ¡Vaya! aquí yo esperando con el metro para que vengas a tomar medidas... y nada! estoy mirando por la ventana y no veo ningún brujo venir en escoba apollizada... jajaja! De verdad que eres... jajaj!... ¡Ah sí! que me tengo que pintar el rabo con betún... ¡por eso no te preocupes! jajaj!
    En fin! De verdad... me paso, me paso por aquí, aunque el no tener internet en casa... es una jodienda!
    Besos, guapetón de escoba preferida por mí!

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  24. Malquerida: Es muy interesante todo eso que dices de las tradiciones de tu pueblo. Y es curioso que donde yo vivo también hay tradiciones parecidas. A mí, cuando era un bebé, mi madre me colocaba también unas tijeras abiertas en forma de cruz al lado de la cuna para que no me llevaran las brujas, y también he oído que se clavaban en la pared como tú dices. Bueno, estos miedos es cierto que están en el subconsciente, pero también tienen su encanto, ¿no crees?. Aunque tampoco hay que dejarse dominar por ellos. Con tu comentario nos has proporcionado una valiosa información, Malque, y ese gesto es digno de agradecer, cielo.

    Ángel: Sí, sí, claro que soy un poco brujo, jajaja. Son cosas que no suelo comentar, pero tampoco pienso dar detalles, jajaja. Y ya sabes que tienes en mi perfil mi dirección de correo por si quieres que te dé más explicaciones al respecto, y en privado, jajaja. Y sí es una jodienda no disponer de Internet en casa, pero al menos puedes conectarte en otros sitios, porque hay quienes no tienen ese privilegio. Y gracias por lo de guapetón de escoba, aunque ya me dirás qué demonios significa eso, jajaja.

    Gracias y besos para los dos.

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