miércoles, 23 de noviembre de 2011

TRAVESTIDOS

Desde que el ser humano, allende los tiempos, sintió la necesidad de cubrir su cuerpo encontró también la manera de exteriorizar su propia personalidad, su yo interior, a través del vestido. De este modo, el vestido pasó a ser una marca de identidad, y una forma de presentarse como individuos ante los demás. La apariencia que los humanos empezaban a mostrar con el atuendo, por tanto, comenzó a servir para indicar la edad que se tenía, la posición social o el rol sexual que se ocupaba dentro de la comunidad. Según el Diccionario, travestido se dice del Disfrazado o encubierto con un traje que hace que se desconozca a quien lo usa”. Por tanto, el travestirse es una forma de denotar una personalidad diferente a la propia, o de mostrar la propia cuando ésta no se corresponde con los cánones establecidos sobre la vestimenta. Hoy el viento nos transporta al extraño y llamativo mundo de los travestidos.


Pero, ante todo, la vestimenta, esa apariencia más o menos artificiosa que construimos sobre nuestra piel, está muy ligada a la identidad sexual. Hombres y mujeres siempre han marcado su diferenciada idiosincrasia por medio del vestido, aún cuando éste se reduce a la mínima expresión. No obstante, hay que aclarar, que las marcas de diferencia obedecen siempre unos patrones preestablecidos, más o menos consensuados dentro de cada sociedad, y que no necesariamente son compartidos o comprendidos por el resto de las sociedades. Un ejemplo de ello lo tenemos en el uso de la falda, que es una prenda de vestir que en unas sociedades puede ser entendida como un signo de identidad femenina, mientras que en otras es todo un emblema de virilidad.

Mujeres con faldas pintadas en la cueva de El Cogul (Cataluña, España).
 Podrían datar de hace  8.000 años.

Lo mismo pasa con el maquillaje y los complementos del vestido. En general, los hombres son poco dados a las complicaciones en este sentido, aunque en esto también hay diversidad de opciones.

Hombres Peul de Níger y Papúes de Nueva Guinea ataviados con sus mejores galas.

Por otro lado, la transgresión de los estereotipos sobre la vestimenta ligados al rol sexual a menudo se suele asociar a la transexualidad. Esto es una idea muy contemporánea, pero en las sociedades tradicionales esta cuestión no está del todo clara, y no es tan fácil de discernir. Un ejemplo de ello lo encontramos en los mahu de la Polinesia. Por lo general, los mahu eran unos hombres robustos y bien alimentados que vestían y vivían como mujeres, y que se mostraban como tales, incluso en su gesticulación imitaban los modos femeninos. Existía uno en cada aldea. Su presencia y razón de ser están cubiertas por el halo de misterio y el tabú que envuelven a muchos elementos de la cultura polinesia. En el escalafón social estaban en el nivel más bajo, similar al de los niños. Permanecían siempre en la soltería y ayudaban en todos los trabajos colectivos. Pero, sobre todo, servían de esclavos sexuales que atendían a los hombres solteros, con lo que se evitaban embarazos prematrimoniales. Cuando un mahu moría o se iba de la aldea, siempre era sustituido por otro. Por lo general, eran educados así desde niños, para que ocuparan luego ese oficio en la edad adulta.


Muy diferente de la vida de los mahu, que pasaban casi toda su existencia en la soledad y medio apartados de la sociedad, es la de los eunucos hindúes, también conocidos como hijras. Se reúnen en clanes, o grandes familias, y suelen ocupar territorios bien definidos dentro de las ciudades. Suelen tener mala fama por su comportamiento desenfadado y, a veces, excesivamente vulgar, pero también son temidos porque sus maldiciones se consideran muy poderosas. Sin embargo, su presencia en los partos es vista como un signo de buen augurio. Suelen vivir de las propinas que reciben por sus cánticos y danzas en fiestas, y por sus bendiciones, aunque algunos también se prostituyen. Para formar parte de su cofradía los aspirantes han de pasar, como primer paso de la iniciación, por el peligroso trance de la castración completa, a pesar de que se trata de una práctica prohibida en La India, y no todos sobreviven a ella. Y, aunque hoy sean un grupo social en decadencia, en otros tiempos gozaron de un estatus privilegiado. Por ejemplo, durante el Imperio Mogol los hijras ejercían de cuidadoras de los hijos del emperador y consejeras de Estado, tenían amplias propiedades y sirvientes a su disposición, e inspiraban fe y respeto.


Otra situación bien distinta es la de los muxes de Oaxaca (E.U. Mexicanos), relacionados con la cultura zapoteca. Se trata de varones travestidos que asumen roles femeninos dentro de su comunidad. Los zapotecas tenían una organización social cuasi matriarcal, por lo que los muxes, en su papel de mujeres, podían tomar decisiones en el comercio o en la economía, que sólo eran competencia femenina. Algunos muxes eran los hijos primogénitos que sus madres educaban como féminas para que, andando el tiempo, se ocuparan de cuidar de la familia. Los muxes representan para sus madres tanto una seguridad económica como un apoyo moral, aunque algunos se emancipaban, se casaban y formaban su propia famila. Por otro lado, algunos muxes también ejercían un rol sexual, y se encarcaban de iniciar sexualmente a los varones adolescentes. En los años 70 se realizó un estudio antropológico en la región que ofreció como resultado el que aproximadamente ¡un 6% de la población masculina estaba compuesta por muxes!.

En torno a esta misma cuestión, el soldado español Pedro Cieza de León, en su “Crónica del Perú”, recogió a mediados del siglo XVI el testimonio de un tal Fray Domingo de Santo Tomás, que nos habla de una “extraña” costumbre entre los incas:

“Verdad es, que generalmente entre los serranos e yungas ha el demonio introducido este vicio debajo de especie de santidad. Y es, que cada templo o adoratorio principal tiene un hombre o dos, o más, según es el ídolo. Los cuales andan vestidos como mujeres desde el tiempo que eran niños, y hablaban como tales, y en su manera, traje y todo lo demás remedaban a las mujeres. (…) A los cuales hablándoles yo de esta maldad que cometían, y agravándoles la fealdad del pecado me respondieron, que ellos no tenían la culpa, porque desde el tiempo de su niñez los habían puesto allí sus caciques, para usar con ellos este maldito y nefando vicio, y para ser sacerdotes y guarda de los templos de sus indios.”


En los casos vistos hasta aquí, nuestros protagonistas han sufrido muchas veces un travestismo no elegido, sino impuesto por determinados esquemas socioculturales. Otras veces obedece a la necesidad u obligación de cumplir con ciertos rituales y liturgias asociados al ejercicio del poder, como fue el caso de la faraona Hatshepsut (siglo XV a. de C.), que en algunas imágenes que se conservan de ella aparece con barba, y no es de descartar que en ciertas ocasiones tuviera que llevar una postiza.

Retrato esculpido en granito de Hatshepsut: una faraona con toda la barba

Pero también existen situaciones de travestismo que obedecen a la necesidad de supervivencia o, en el caso de muchas mujeres, al deseo de empeñar ciertos cometidos u oficios que estaban vetados al género femenino. De esto tenemos muchos casos documentados en la Historia. Quizás uno de los más destacados es el de la Papisa Juana. Existe la creencia de que en el oscuro y lejano siglo IX, la tiara papal fue portada por una mujer. No está clara la fecha exacta de su pontificado, pero pudiera ser que Benedicto III, o quizás Juan VIII, hubiera sido en realidad una tal Juana. La leyenda cuenta que se trataba de una mujer muy instruida que se vistió de hombre para entrar en un monasterio y juntarse con su amado, y una vez allí, inició una brillante carrera eclesiástica que la llevaría hasta la silla de Pedro.
La Papisa Juana inmortalizada en la
carta número II de los Arcanos Mayores del Tarot

Se dice también que, a comienzos del siglo XV, una tocaya suya llamada Juana de Arco, dirigió la tropas francesas contra los invasores ingleses vestida de caballero, según declaró en su juicio, “por orden de Dios”.


En el siglo XVII, una tal Mary Read consiguió alistarse en la armada inglesa gracias a su atuendo masculino. Posteriormente sería apresada por un barco pirata y se uniría a ellos. Ejerció la piratería hasta que fue detenida cerca de las costas de Jamaica.


Uno de los casos más extraordinarios de que se tiene constancia ocurrió en el siglo XIX, el del doctor James Barry, alter ego de Margaret Ann Bulkley. Se vistió de hombre para poder estudiar en la Universidad, y ejerció durante décadas la medicina en las colonias británicas. Después de su muerte, y mientras se preparaba el cuerpo para la sepultura, se descubrió, para escándalo y asombro de todos, que ¡era en realidad una dama!.


En los últimos años, el que quizás haya sido el caso más asombroso de travestismo es el de la portuguesa María Teresinha Gomes. En 1974, mientras se celebraba la fiesta del Carnaval, adoptó la identidad de un tal General Tito Aníbal da Paixão Gomes, con la que se dedicó a realizar, durante dieciocho años, múltiples estafas sin que sus víctimas se dieran cuenta. Después de su detención, y durante su juicio, incluso la mujer con la que había convivido todo este tiempo, y con la que simulaba estar casado, una tal Joaquina Costa, confesó al tribunal que no conoció la verdadera identidad sexual del "general" hasta su separación ¡quince años después!.

El "General Tito" durante el juicio en 1993

En fin, como ven, esto del travestismo, aunque en el cine y en el mundo del espectáculo casi siempre ha sido utilizado para generar enredos y situaciones cómicas, en realidad es una cosa muy seria.  


Y les dejo con dos fragmentos de vídeo. El primero corresponde a la película española "Mi querida señorita", dirigida por Jaime de Armiñán en 1971, y protagonizada por el genial actor José Luis López Vázquez. El segundo corresponde a la película norteamericana "Con faldas y a lo loco" ("Some like it hot"), dirigida por Billy Wilder en 1959, en el que la maravillosa Marilyn Monroe nos interpreta su inolvidable "I wanna be loved by you".





Saludos.

25 comentarios:

  1. Uffffffffffff....como siempre supercompletita e interesantisima viene la cosa,tanto es asi que utilizare tu entrada como material para mi clase de Psicologia....con tu permiso por supuesto
    Lo unico que no me queda claro es lo de la "papisa".....una historia que siempre he considerado un bulo
    Un abrazo

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  2. Creo que George Sand, seudónimo de Amandine Aurore Lucile Dupin, baronesa Dudevant (que fue escritora y a quien conozco por su relación con Frédéric Chopin con quien pasó el invierno de 1838-39 en compañía de sus hijos (los de Gerge Sand) en la Cartuja de Valldemosa en Mallorca), prefería el uso de vestimentas masculinas, aunque continuaba vistiéndose con prendas femeninas en reuniones sociales. Este "disfraz" masculino le permitió circular más libremente en París, y obtuvo de esta forma, un acceso a lugares que de otra manera hubieran estado negados para una mujer de su condición social. Esta era una práctica excepcional para el siglo XIX, donde los códigos sociales, especialmente de las clases altas, eran de una gran importancia.

    Un abrazo.

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  3. Rober adorado.

    Que cosas yo la verdad es que soy un admirador de la travestencia, no en mi pero me parece fabuloso el mágico mundo de la ropa femenina y el maquillaje..

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  4. Juanjo: Bueno, ya sabes que esto es Internet y lo todo lo que se publica es público, y me alegro que lo puedan utilizar los estudiantes como recurso didáctico, que para eso está. En cuanto a la Papisa, yo quizás no lo dejé claro, porque cuando digo que es un caso documentado realmente me refiero que su leyenda es lo que está documentada, aunque su existencia real es todo un enigma. La cosa es que en los archivos vaticanos hay toneladas de documentos antiquísimos sin clasificar, y quién sabe si algún día podamos esclarecer el asunto, pero de momento queda recluido en la leyenda. Yo, como siempre, me gusta dejar la puerta abierta a la posibilidad de que esta leyenda quizás no fuera tal, y que podamos encontrar pruebas documentales y fidedignas que demuestren que esta mujer existió realmente.

    Peace-for-ever: Pues, mira, no pensé en George Sand, y es un caso también bastante conocido, aunque, en este caso, su travestismo sólo fue a tiempo parcial. Me encanta, como sabes, que los comentarios corrijan y amplíen lo dicho, y te agradezco que la cites. Pero casos de mujeres travestidas a lo largo de la historia debe haberlos a punta pala. Bien es cierto, y esto no podemos obviarlo, que una mujer vestida de hombre puede dar el pego mejor que un hombre vestido de mujer, y en esto juegan con ventaja. Y, por supuesto, estos casos son en su mayoría reflejo del machismo y la misoginia imperantes en la sociedad hasta hace bien poco, frente a lo cual una mujer se veía en muchas ocasiones necesitada y hasta obligada por las circunstancias a masculinizar su apariencia, a "convertirse" en hombre, para lograr metas que como mujer le eran inalcanzables.

    Álvaro: Jajaja. Bueno, la verdad es que todo este mundo de la travestencia, como tú lo llamas, es muy llamativo, y despierta la curiosidad. A los hombres nos resulta un poco ajeno todo esto de la complicación en la vestimenta y el maquillaje, y quizás por eso nos llama la atención ese "mágico mundo", jajaja. Y luego se descubre que esto también va por culturas, porque esos mismos hombres Peul, que se presentan así de "arreglados" a los concursos de belleza, podrían hacer sombra a cualquiera de las candidatas a Miss Universo, jajaja.

    Saludos, gracias y besos para todos.

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  5. En la cultura vikinga están los seidskratti, hechiceros que se vestían y comportaban como mujeres y vivían separados del resto del pueblo.

    Besos.

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  6. Muy completo el post como siempre, me agrada la forma en la que escribes porque mantienes el interés de principio a fin y eso se agradece.

    Sé de los Muxes de Oaxaca pero no tenía idea de todos los demás.


    Un abrazo Rober.

    Esa canción de Marylin la canta mi ranita apretándole la manita je.

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  7. Verderamente, genial... claro que sí!
    Y es que esto del travestismo es una cosa fantástica... jajaj! No me digas que no da luz y color a la existencia... ¡vamos! con solo ver las fotos que nos has puesto, me has alegrado la mañana.
    A tales efectos, Andresito el Homógrafo, también podría ilustrarnos mucho sobre los eunucos en el antiguo Egipto...
    Me ha encantado leerte! Un abrazo!

    Angel

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  8. Hay también un montón de leyendas acerca de mujeres que se visten de hombre para ir al ejército como la de la dama de Arintero, que es de aquí muy cerquita. Lo de los muxes me deja con el ojo cuadrado, como dicen los mexicanos. Me choca que una costumbre así perviva en una sociedad tan tradicionalmente machista.

    Un beso

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  9. Christian: Pues, mira, no tenía ni idea de la existencia de los seidskratti, y qué interesante todo eso que cuentas. Hay algunos temas, como éste, en los que empiezas a hurgar y te encuentras que la cosa es más extensa y profunda de lo que en principio se espera, jeje. Bueno, y según se va viendo, parece ser que esto del travestismo tiene muchas formas de manifestarse y nos cuenta muchas cosas de la gente y de las culturas que, de entrada, pasan desapercibidas. Te agradezco tu aportación, cielín.

    Malquerida: Gracias, querida Flor, por tus palabras, tu dedicación y tu cariño. Y a mí me pasó lo contrario, porque la cosa es que yo precisamente sólo conocía la historia de los mahus de la Polinesia y los hijras de la India, pero esto de los muxes de Oaxaca han sido para mí un descubrimiento y una sorpresa recientes, jeje. Y me da que pensar cuántos misterios y cuántos aspectos de la cultura de los países permanecen casi en el desconocimiento de muchos, porque en los medios de comunicación se habla poco de estas cosas. Y saludos a tu ranita, bueno, no dirás que no tuvo ella buen gusto para elegir la canción, jajaja.

    Ángel: Jajaja, sí, por supuesto, la alegría y el color que no falten, jajaja. La gracia que tiene la cosa es que cuando los hombres deciden "alegrarse" el aspecto lo hacen siempre a lo bestia, y siempre se decantan por los excesos en los adornos y en el colorido, y es que hasta para eso somos más violentos, jajaja. Bueno, pero este tema tiene también su lado oscuro, como ves, aunque yo he intentado ponerle una sonrisa, jeje. Y si entráramos en el tema de los eunucos la cosa es aún más oscura, y daría para hablar mucho, porque desgraciadamente han existido en muchas culturas, y por diversas razones, todas ellas absurdas, claro. Y me alegro que te lo hayas pasado bien, Angelote, de eso se trata, jeje.

    Alma: Qué bueno, otra historia nueva que nos descubres, por lo menos para mí, que no sabía nada de esa tal dama de Arintero. Como ya dije a Peace-for-ever, casos así debe haber incontables, y se comprende, porque en una sociedad donde las mujeres tenían vetado el realizar casi cualquier otra labor que no fueran las propias del hogar y criar a los hijos, muchas se vieron obligadas a hacerse pasar por hombres. Aunque yo también me he enterado de historias de madres que registraban a sus hijos varones con nombre de niña para que no fueran llamados al servicio militar, y luego se formaban muchos líos, jajaja. Bueno, la historia de los muxes hunde sus raíces en la cultura zapoteca, y todo esto ya existía en época pre-colombina. Lo asombroso, como tú apuntas, es que haya sobrevivido tantos siglos ante la presión del Cristianismo, y de todos sus dogmas, y de la cultura machista importada de Europa. Pero ahí está. También es verdad que la existencia misma de los muxes jugaba un papel importante en la economía y en las relaciones familiares, y por ahí podríamos entender que haya continuado esta tradición hasta nuestros días.

    Gracias, saludos y besos para todos.

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  10. Casi siempre asociamos el travestismo a una forma de expresar la homosexualidad. No conocía muchos de los casos que has descrito.

    En cualquier caso un gay no tiene por qué sentir la necesidad de travestirse, como suele pensar mucha gente. Se puede ser muy, muy maricón, como yo, y no haberse puesto una falda en la vida ni tener amaneramientos ni dejes femeninos. Je.

    Otro diez para tu tesis semanal, Robertito. Debe ser una gozada tenerte de interlocutor y poder mantener una charla contigo cara a cara. Para no aburrirse.

    Besos y agur.

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  11. Ya ves, me sorprende cómo en los tiempos que corren, y con toda la información que hay sobre estas cosas, todavía me he encontrado en algunos sitios que he visitado para recopilar información en los que se relaciona el travestismo con la homosexualidad. A veces también se la confunde con la transexualidad, cuando son dos cosas bien distintas. Desde luego que un hombre o una mujer homosexuales se sienten siempre como tales, es decir, hombre o mujer, y no tienen ninguna necesidad interior de vestirse con ropas de otro género, ni de aparentar lo que no son, pero ya ves que todavía el desconocimiento y los prejuicios pesan mucho. Pero, bueno, aquí estamos para seguir informando, jajaja. Gracias por tus palabras, cielo, ya ves que uno se entretiene en estas cosas, jeje. Besos y un fuerte abrazo.

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  12. ohhhh no conocía esta película de lópez vázquez, qué pasada, no? jajajaja
    si fuera estadounidense le habrían dado un óscar. Como fue español se tuvo que conformar con no morirse de hambre, jeje.

    Bueno, yo tengo otra historia de travestismo que vas a flipar. Pero como va a ser un post para un blog en el que colaboro de momento no te lo digo para no reventármelo, jajajaja.

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  13. Pues, macho, es todo un clásico del cine español, aunque creo que ésta no es del tipo de películas que ponen en Cine de Barrio, jeje. Además, esconde una historia muy interesante que se va desvelando, y encima tiene final feliz... No digo más, jajaja. La verdad es que la interpretación de López Vázquez es de lujo (aunque le doblaron la voz), no obstante, a él creo que le llegaron a dar un Goya de esos honoríficos por toda la trayectoria profesional, pero es verdad que lo que hizo en esta película es de Óscar. Bueno, y me dejas ahora impaciente por ver de qué va esa historia tuya, jajaja. A ver si no tardas, jajaja. Besos y un fuerte abrazo.

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  14. Incleibles historias, son fantasticas. Desconocia todo esto, gracias por la información.

    Feliz fin de semana, un beso para ti.

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  15. Ya ves que esto del travestismo es un tema muy amplio, y que hay ejemplos de ello en todas las culturas. Y que, al margen del mundo del espectáculo, en la vida real todo esto del travestismo, como digo más arriba, es una cosa muy seria. Me sorprende sobre todo las historias de estas mujeres que se hicieron pasar por hombres casi toda su vida, y sin que nadie se diera cuenta, aunque ellas en su interior debieron de haber sufrido mucho. También hay rumores de que la reina Isabel I de Inglaterra fue realmente un hombre, pero eso es ya más difícil de creer, y quién sabe cuántas historias más de este tipo hay por ahí escondidas. Saludos, feliz finde y besos par tí también, cielo.

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  16. Mi querido e inolvidable amigo! Mil gracias por tanto afecto! Woooow! The Beatles! Se puede pedir algo más?

    Muchos besotes y que pases un finde magnífico!!!!!

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  17. Muy interesante tu recopilación sobre el travestismo. Sobre todo me ha sorprendido el cultural, pues aunque conocía a las muxes y las hijras, desconocía totalmente el caso de los mahu. Será que como aún no he ido a la Polinesia jajaja

    Aquí tenemos un caso histórico muy conocido que es el de Catalina de Erauso, la monja alferez del siglo XVI. Incluso hay una película sobre ella con María Felix.

    Y ya inventado pero al hilo del cine, está Julie Andrews en ¿Victor o Victoria? que trata de una mujer que finge ser un hombre que finge ser una mujer. Y que en realidad es un remake de una película alemana de los años 30 que se llamaba Viktor und Viktoria.

    Un beso (cultura)

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  18. Stanley: Qué alegría verte otra vez por aquí. Bueno, ¿quién mejor para cantarte el cumpleaños que unos auténticos profesionales?, jajaja. Bueno, tú también sos muy afectuoso y muy entregado a los amigos, así que no te extrañe tanta atención por nuestra parte, jeje. Felicidades de nuevo y gracias.

    Parmenio: ¿Qué te puedo contar yo que tú ya no sepas?, jajaja. Bueno lo del travestismo cultural es una cuestión que deja abiertas muchas incógnitas, como sobre la verdadera orientación sexual al nacer de toda esta gente. Lo cierto es que tanto los muxes como los mahus han sido así educados desde niños, y no sabemos hasta qué punto su comportamiento obedece al rol social aprendido o es algo innato. Los hijras eligen serlo en la edad adulta, y en su caso sí hay más claridad, porque no hay duda de que la mayoría son transexuales. Los polinesios, además, muy reservados y recelosos de sus costumbres, no eran dados a dar explicaciones a los extranjeros europeos sobre los mahus, y por eso están envueltos en tanto misterio. Bien es cierto que hoy en día hay muchos hombres que se dedican a la prostitución y se presentan como mahus sin serlo, sólo para darse un toque de exotismo. Te agradezco, además, tu aportación y tu ampliación sobre el tema. El caso de la monja alférez preferí dejarlo en el tintero por dar sólo unos cuantos ejemplos y a nivel internacional, y tocando todas las épocas. Pero su sorprendente historia es para hacer un post sólo de ella, jeje. Y, en cuanto a esa peli de Julie Andrews, sinceramente no la trago, creo que, a veces o, quizás, con demasiada frecuencia, en el cine se explota este asunto del intercambio de sexos y del travestismo dentro de situaciones inverosímiles y absurdas, y yo con eso no puedo, jajaja. Pero me parece estupenda la reseña que has hecho de ella.

    Gracias, saludos, besos y abrazos para todos.

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  19. Que tristeza causa leer y recordar lo infame, lo injusta, que ha sido y es la Historia y las sociedades -preteritas y actuales- con las mujeres de cualquier epoca.
    Personalmente, se me antoja esta desconcertante discriminacion poe el miedo que las feminas siguen inspirando en el hombre, ese ser mediano que, sin embargo, las completa.
    En cuanto al acto de vestirse, segun algunos estudios antropologicos realizados y construidos durante años con las pruebas recogidas en tumulos funerarios y en cavernas pertenecientes a sociedades neoliticas donde -en ambos casos- se4 encontraron ajuares y enseres suficientes para atreverse a lanzar a la opinion publica el dato de que, los primeros en cubrirse, fueron los hombres ya que, al organizar las partidas de caza que nutririan su tribu, tras cobrar una pieza, la descuartizaban y despellejaban alli mismo para transportarla mejor y poder luego repartirla... Hasta aqui, todo correcto pero, ¿que tiene que ver el vestido con la caza?
    Ahora te lo cuento...

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  20. Resulta que, al descuartizar la presa, los hombres devoraban alli mismo las visceras del animal, reservando el higado y el corazon para el jefe del clan que, en teoria, era quien guiaba al resto por los territorios de caza.
    Como es natural, ante tanta sangre, se concentraban cantidades ingentes de insectos de todo tipo que, a su vez, encontraban sangre liquida y caliente en el fluir venal de los cazadores que, al comer en cucliyas, concentraban los caldos en las partes pudendas que soportaban toda suerte de aguijonazos. Asi pues, es de suponer que no tardaron en darse cuenta de que, quien poseia la piel para cubrirse, no atendia a los picotazos de los otros invitados al festin y, asi, las pieles, empezaron a ser un tributo dispensado solo al jefe ya que, en las tumbas neoliticas excavadas, unicamente los varones de cierto rango eran portadores de dichos atributos.

    Asi que, ya ves; ahi empezaron su trayectoria los burgueses y los Balenciaga de turno.
    Hemos pasado de las pieles ensangrentadas -y que siguen ensangrentadas- a las capas de Armiño, sin que nadie explique el porque. Porque, que se sepa, les rendimos pleitesia a "jefes" que ya no cazan para nosotros sino, al reves.
    ¿Hasta cuando?

    Besotes, solete.

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  21. Loco: Muchas gracias por pasarte por aquí, cielín. Como ves este tema del travestismo hunde sus raíces en la noche de los tiempos, y hay ejemplos de ello en todas las culturas. Y todo esto nos hace reflexionar sobre los dogmas, las ideas preconcebidas y el eterno juego de las apariencias y las ocultaciones. A menudo este tema se nos presenta relacionado con la comedia y con la guasa, pero, como vemos, el vivir travestido muchas veces no tiene ninguna gracia, y lo que hay detrás es el instinto de supervivencia puro y duro. Con estos temas, como siempre digo, busco romper los esquemas mentales, e inducir a la reflexión. Bueno, por lo menos lo intento, jajaja.

    Cosimo: Qué alegría, Compi, parece que ya se te solucionó el tema de poder comentar. Bueno, ahora que me lo cuentas al detalle, sí que tiene mucha lógica y razón de ser eso de que el vestido tiene que ver con la alimentación y el comer tranquilos. También da a entender que desde muy antiguo el vestido sirvió para marcar las diferencias sociales. Y se buscaban incluso los tejidos y los tintes más escasos y extraños, como la púrpura o la "lana de salamandra", es decir, el amianto (que hoy sabemos que es altamente tóxico). A Luis XIV le llegaron a hacer un abrigo de seda de arañas. Aunque para materiales extraños el que usaron en el cuento de "El traje nuevo del emperador", jajaja. Y tienes toda la razón , hoy los jefes de la tribu no sirven para nada, y tanto presumir durante siglos de ir bien tapados, para, andando el tiempo, convertirse ellos mismos en moscas cojoneras, jajaja... (Hasta que perdamos la paciencia).

    Gracias, saludos y besos para todos.

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  22. jajaja...
    No tenia idea de la extravagancia del traje de Luis XIV. Jajaja...

    Seres humanos,...

    ¿"El traje nuevo del Emperador"...?
    ¿Es ese en el que le hacen pasear desnudo creyendose portador de un traje singular?...

    Y, si, amigo; desde epoca tan remota, vestirse, es sinonimo de casta, de posicion social, de clase, distincion y no se me ocurren cuantas sandeces mas porque, en tiempos, y durante siglos, se ha insistido desde altas tribunas en que, "el hombre se viste despues de verse y sentir verguenza de si mismo", o algo tan demencial como parecido.
    Y, si; ya me dejan publicar.
    ¡Y extenderme! Jajaja...

    Besos, xiquiting! :)

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  23. ¡Ah! Perdona; sobre la paciencia y los jefes que ya no cazan para nosotros,...
    ...'Deja, deja! Mientras haya futbol...


    Namasté. :)

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  24. Bueno, nadie mejor para enseñarnos lo que es la paciencia como las arañas, jajaja. Y sí, parece que por aquella época todos los desvanes y rincones del reino de Francia se quedaron limpitos, porque para hacer un abrigo imagino que necesitarían... tela, jajaja. Y las estravagancias en la vestimenta de las élites dan para mucho, y eso hace que muchos de expongan al timo, como el emperador del cuento, jajaja. Claro, es que hay que marcar la diferencia, porque desnudos somo todos iguales, a no ser que el único que vaya en bolas sea el emperador, jajaja. Y, hablando de cuentos, creo, o más bien deseo, que buena parte de la ciudadanía acabe dándose cuenta de una vez de que la política ya no es más que una mera representación teatral, y que los "jefes" ya sólo cazan para dar de comer a las aves carroñeras, y que al pueblo sólo le quedan las migajas. En ello hemos de apoyar nuestras esperanzas, y aguardo con la pacienca de una araña. Besos, y me alegro de que el problema se haya solucionado.

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